Miércoles III de Pascua.
En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed. Pero como ya les he dicho: me han visto y no creen. Todo aquel que me da el Padre viene hacia mí; y al que viene a mí yo no lo echaré fuera, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. Y la voluntad del que me envió es que yo no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite en el último día. La voluntad de mi Padre consiste en que todo el que vea al hijo y crea en él, tenga vida eterna y yo lo resucite en el último día.. Palabra del Señor.
Meditación
En todo momento y ante toda circunstancia, estamos llamados a buscar las verdades que conforman nuestra vida: ¿Por qué vivimos? ¿Por qué estamos viviendo esta situación? ¿Qué nos quiere decir el Señor a través de esta meditación?
Ante estas preguntas que nos pueden surguir, tenemos que ser conscientes de que existen verdades fundamentales, verdades que conforman cada una de las respuestas que queremos encontrar. Una de ellas es el descubrir la verdad sobre la voluntad de Dios en nuestra propia vida, es decir, qué quiere Él de mí,