Muy pocos se salvan y la mayor parte del mundo, incluyendo la mayoría de los católicos, se condena
Algunos no se dan cuenta o no lo creen, pero la Biblia claramente enseña que pocos se salvan. 1 Pedro 4, 18 dice: “... el justo a duras penas se salva...”. En Mateo 7, versículos 13 y 14, Jesús dice que espacioso es el camino que lleva al infierno, y que el camino al cielo es angosto y son “... pocos los que atinan con ella”.Lucas 13, 23-24: “Le dijo uno: ‘Señor, ¿son pocos los que se salvan?’ Él le dijo: ‘Esforzaos a entrar por la puerta estrecha, porque os digo que muchos serán los que busquen entrar y no podrán’”.Estos pasajes bíblicos indican que, tristemente, sólo una pequeña parte de la humanidad no pasará la eternidad en el fuego perdurable del infierno.
Papa Gregorio III (739 d.C.): “... está escrito que estrecha es la puerta y angosto el camino que llevan a la vida”.En el año 600, el Papa San Gregorio Magno habló sobre cuán pocos se salvan:
Papa San Gregorio Magno (600 d.C.): “Entre más abundan los malos, tanto más debemos sufrir con ellos en la paciencia; porque en la era pocos son los granos llevados a los graneros, pero altos son los montones de paja quemados en el fuego”.Hablando de la futura Segunda Guerra Mundial,