sábado, 22 de septiembre de 2018

Evangelio del día Sábado, 22 de Septiembre de 2018


1Co 15,35-37.42-49
Lc 8,4-15
Evangelio:
"Mucha gente que estaba allí, más otra llegada de los pueblos, se reunió junto a Jesús, y él les contó esta parábola: “Un sembrador salió a sembrar su semilla. Y al sembrar, una parte de ella cayó al costado del camino, y fue pisoteada y las aves se la comieron. Otra parte cayó entre las piedras, y brotó, pero se secó por falta de humedad. Otra parte cayó entre espinos, y al nacer juntamente los espinos, la ahogaron. Pero otra parte cayó en buena tierra, y creció y dio una buena cosecha, hasta de cien granos por semilla”. Esto dijo Jesús, y añadió con voz fuerte: “¡Los que tienen oídos, oigan!”. Los discípulos preguntaron a Jesús qué significaba aquella parábola. Él les dijo: “A vosotros, Dios os da a conocer los secretos de su reino; pero a los otros les hablo por medio de parábolas, para que por mucho que miren no vean y por mucho que oigan no entiendan. Esto significa la parábola: La semilla representa el mensaje de Dios. La parte que cayó por el camino representa a los que oyen el mensaje, pero viene el diablo y se lo quita del corazón para que no crean y se salven. La semilla que cayó entre las piedras representa a los que oyen el mensaje y lo reciben con gusto, pero luego, a la hora de la prueba, fallan. La semilla que cayó entre espinos representa a los que oyen, pero poco a poco se dejan ahogar por las preocupaciones, las riquezas y los placeres, de modo que no llegan a dar fruto. Pero la semilla que cayó en buena tierra representa a las personas que con corazón bueno y dispuesto oyen el mensaje y lo guardan, y permaneciendo firmes dan una buena cosecha”."
*Palabras del Señor*
Comentario:
Cuando nos convertimos en piedras sólo nos interesa protegernos. Nos endurecemos para evitar todo lo que altere nuestra tranquilidad. Escuchamos la Palabra con gusto, pero no la dejamos penetrar porque no aceptamos problemas, no soportamos pruebas ni nuevos desafíos. Otras veces somos como un lugar lleno de espinas, distraídos y seducidos por la superficialidad del mundo. La Palabra comienza a cambiar nuestras vidas, pero luego no le dedicamos ni tiempo ni espacio interior, porque nos dejamos atrapar por otras cosas. La semilla que cae en el camino es cuando ni siquiera gustamos la Palabra, porque no llega a captar nuestro interés. No hay piedras ni espinas, sólo indiferencia. Jesús nos invita no sólo a escuchar, sino a ser tierra blanda, generosa, abierta y dócil, donde la semilla pueda crecer hasta dar abundante fruto..
*Oración🙏🏼*
Señor, que yo sea una tierra fértil donde puedas depositar tu semilla para dar fruto abundante...Amén

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