En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día». Y, dirigiéndose a todos, dijo: «El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se perjudica a sí mismo?».
Palabra del Señor
Meditación
Señor Jesús, Tú siendo Dios no quisiste ahorrarte el dolor ni le sacaste la vuelta a la cruz. Me compartes lo que sucederá contigo en tu cuerpo y alma, cuánta humillación, pero no lo compartes para causarme compasión,