En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados.
Den y se les dará: recibirán una medida buena, bien sacudida, apretada y rebosante en los pliegues de su túnica. Porque con la misma medida con que midan, serán medidos”.
*Palabra del Señor.

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Meditación


Una actitud generosa siempre tiene recompensa. Alguien que presta sus cosas o su tiempo, aunque en el preciso momento no ve la recompensa, seguramente a los ojos de Dios gana mucho. Es como alguien que está siempre disponible para quien lo necesite. Ayuda lo más rápido posible, está siempre atento,