Jesús nos enseña en este Evangelio, a hacer las cosas sin otra condición mas que el amor. El motor impulsor de nuestras acciones debe ser siempre el amor y no la búsqueda de la apariencia. "Que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha", son palabras claves de Jesús, envueltas de gran sabiduría y que llegan a lo mas hondo del corazón. Dios ve lo que hacemos, sabe lo que sómos, cómo somos y de qué estamos hechos.
Orar, ayunar y ayudar a otros, ante Dios no tiene consistencia cuando lo hacemos sólo para ser vistos o esperando el aplauso, de ser reconocidos buenos. Jesús siempre pidió a todos los que sanó, que no lo comentásen a nadie, porque Él no busca aplausos, ni fama, sino la enseñanza al hombre, de seguir un camino, el de Dios. Pidamos al Señor, nos ayude a librarnos del mal, de querer aparentar ante los demás lo que en realidad no somos. Que nuestra virtud de obrar, parta de la fe y del amor verdadero a Dios siempre.
Feliz y bendecido día.
Del Evangelio. Mateo 6,1-6.16-18.
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