martes, 7 de mayo de 2024

Del santo Evangelio según san Juan 16, 5-11

 Martes VI de Pascua.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Me voy ya al que me envió y ninguno de ustedes me pregunta: '¿A dónde vas?' Es que su corazón se ha llenado de tristeza porque les he dicho estas cosas. Sin embargo, es cierto lo que les digo: les conviene que me vaya; porque si no me voy, no vendrá a ustedes el Paráclito; en cambio, si me voy, yo se lo enviaré. Y cuando él venga, establecerá la culpabilidad del mundo en materia de pecado, de justicia y de juicio; de pecado, porque ellos no han creído en mí; de justicia, porque me voy al Padre y ya no me verán ustedes; de juicio, porque el príncipe de este mundo ya está condenado".
Palabra del Señor.
❤️
Meditación
Anteriormente era muy común, por mis gustos de vagar por las noches, que la policía me detuviera. Nunca tuve miedo que algo me pasara porque en mi familia hay varios abogados, incluyendo a dos de mis hermanos. Siempre tenía la certeza que, si algo me pasaba, mis hermanos me ayudarían, tenía plena confianza en ellos.
Mis hermanos son para mí algo similar como es el Espíritu Santo para el cristiano. Mis hermanos siempre me iban ayudar por ser abogados y el Espíritu Santo siempre va ayudar a un cristiano por ser el Defensor, el abogado del hombre. (Paráclito, significa Defensor, abogado, consolador).
Pero así como hubiera necesitado llamar a mis hermanos por teléfono para que me ayudarán si algo me hubiera pasado, así necesito llamar al Espíritu Santo para que me ayude cuando tengo problemas. El teléfono para llamar al Espíritu Santo es mi fe, una fe sustentada en una confianza en Él; así como yo confiaba en que mis hermanos me ayudarían, así debo confiar en que Dios me ayudará.
Pero la razón por la cual mis hermanos me ayudaban no era el dinero, era el amor que ellos me tienen y yo sólo les podía pagar con lo mismo, con amor. Al igual que mis hermanos, el Espíritu Santo sólo obra por amor, Él me defiende de todo, no porque me pedirá algo, me defiende porque me ama y yo sólo puedo darle amor. El que cada cristiano conozca que el obrar del Espíritu Santo es por el amor que me tiene debe ser la razón por la cual mi confianza esté en Él, para que mi fe sea verdadera.
Porque Dios me ama está siempre presente; porque Dios me ama siempre me ayudará; porque Dios me ama yo puedo amarle. Así como lo importante de mis hermanos no es que sean abogados sino que son mis hermanos, que los amo y ellos me aman, lo importante de la presencia del Espíritu Santo no es que me ayuda en todo sino que soy testigo del amor de Dios y por ese amor puedo amarle.
Amén

No hay comentarios:

Publicar un comentario