viernes, 30 de diciembre de 2022

Del santo Evangelio según san Mateo 2, 13-15. 19-23

 Fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José

Después de que los magos partieron de Belén, el ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: "Levántate, toma al niño y a su Madre, y huye a Egipto. Quédate allá hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo".
José se levantó y esa misma noche tomó al niño y a su Madre y partió para Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi Hijo.
Después de muerto Herodes, el ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: "Levántate, toma al niño y a su Madre y regresa a la tierra de Israel, porque ya murieron los que intentaban quitarle la vida al niño".
Se levantó José, tomó al niño y a su Madre y regresó a tierra de Israel. Pero, habiendo oído decir que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre, Herodes, tuvo miedo de ir allá,

jueves, 29 de diciembre de 2022

Del santo Evangelio según Lucas 2, 22-35

 Jueves de la Octava de Navidad

Transcurrido el tiempo de la purific
ación de María, según la ley de Moisés, ella y José llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley: Todo primogénito varón será consagrado al Señor, y también para ofrecer, como dice la ley, un par de tórtolas o dos pichones.
Vivía en Jerusalén un hombre llamado Simeón, varón justo y temeroso de Dios, que aguardaba el consuelo de Israel; en él moraba el Espíritu Santo, el cual le había revelado que no moriría sin haber visto antes al Mesías del Señor. Movido por el Espíritu, fue al templo, y cuando José y María entraban con el niño Jesús para cumplir con lo prescrito por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios, diciendo:
«Señor, ya puedes dejar morir en paz a tu siervo,

miércoles, 28 de diciembre de 2022

Del santo Evangelio según san Mateo 2, 13-18

 Los Santos Inocentes

Después de que los magos partieron de Belén, el ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su Madre, y huye a Egipto. Quédate allá hasta que yo te avise porque Herodes va a buscar al niño para matarlo».
José se levantó y esa misma noche tomó al niño y a su Madre y partió para Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo.
Cuando Herodes se dio cuenta de que los magos lo habían engañado, se puso furioso y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, conforme a la fecha que los magos le habían indicado.
Así se cumplieron las palabras del profeta Jeremías:

martes, 27 de diciembre de 2022

Del santo Evangelio según san Juan 20, 2-9

 San Juan Evangelista

El primer día después del sábado, María Magdalena vino corriendo a la casa donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo habrán puesto».
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos iban corriendo juntos, pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro y llegó primero al sepulcro, e inclinándose, miró los lienzos puestos en el suelo, pero no entró.
En eso llegó también Simón Pedro, que lo venía siguiendo, y entró en el sepulcro. Contempló los lienzos puestos en el suelo y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús,

lunes, 26 de diciembre de 2022

Del santo Evangelio según san Mateo 10, 17-22

 San Esteban

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: “Cuídense de la gente, porque los llevarán a los tribunales, los azotarán en las sinagogas, los llevarán ante gobernadores y reyes por mi causa; así darán testimonio de mí ante ellos y ante los paganos. Pero, cuando los entreguen, no se preocupen por lo que van a decir o por la forma de decirlo, porque, en ese momento se les inspirará lo que han de decir. Pues no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu de su Padre el que hablará por ustedes.
El hermano entregará a su hermano a la muerte, y el padre, a su hijo; los hijos se levantarán contra sus padres y los matarán;

sábado, 24 de diciembre de 2022

Del santo Evangelio según san Lucas 1, 67-79

 Sábado 24 de diciembre

Feliz Noche Buena

En aquel tiempo, Zacarías, padre de Juan, lleno del Espíritu Santo, profetizó diciendo: «Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo, y ha hecho surgir en favor nuestro un poderoso Salvador en la casa de David, su siervo. Así lo había anunciado desde antiguo, por boca de sus santos profetas: que nos salvaría de nuestros enemigos y de las manos de todos los que nos aborrecen, para mostrar su misericordia a nuestros padres y acordarse de su santa alianza.
El Señor juró a nuestro padre Abraham concedernos que, libres ya de nuestros enemigos, lo sirvamos sin temor, en santidad y justicia delante de Él, todos los días de nuestra vida.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,

viernes, 23 de diciembre de 2022

Del santo Evangelio según san Lucas 1, 57-66

 Viernes IV de Adviento

Por aquellos días, le llegó a Isabel la hora de dar a luz y tuvo un hijo. Cuando sus vecinos y parientes se enteraron de que el Señor le había manifestado tan grande misericordia, se regocijaron con ella.
A los ocho días fueron a circuncidar al niño y le querían poner Zacarías, como su padre; pero la madre se opuso, diciéndoles: «No. Su nombre será Juan». Ellos le decían: «Pero si ninguno de tus parientes se llama así».
Entonces le preguntaron por señas al padre cómo quería que se llamara el niño. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre». Todos se quedaron extrañados. En ese momento a Zacarías se le soltó la lengua, recobró el habla y empezó a bendecir a Dios.
Un sentimiento de temor se apoderó de los vecinos, y en toda la región montañosa de Judea se comentaba este suceso. Cuantos se enteraban de ello se preguntaban impresionados:

jueves, 22 de diciembre de 2022

Del santo Evangelio según san Lucas 1, 46-56

 Jueves IV de Adviento

En aquel tiempo, dijo María: «Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi Salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava.
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre, y su misericordia llega de generación en generación a los que lo temen.
Él hace sentir el poder de su brazo: dispersa a los de corazón altanero, destrona a los potentados y exalta a los humildes. A los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide sin nada.
Acordándose de su misericordia, viene en ayuda de Israel, su siervo, como lo había prometido a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia, para siempre». María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa.
Palabra del Señor
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Meditación
A unos días de la Navidad, podemos contemplar este Evangelio con gran estupor. Jesús está a punto de venir a nuestras almas. Como hace dos mil años, el 24 en la noche, entrará a la pobre cueva de nuestro corazón, a la pobre cueva del corazón humano.

miércoles, 21 de diciembre de 2022

EL VERDADERO VALOR DE LA NAVIDAD

En esta época compartir las tradiciones en familia y transmitir la importancia de dar y recibir amor, de ser solidarios, de alimentar el espíritu y de disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, se convierten en el mejor regalo que podemos ofrecer a nuestros seres queridos. 

Es un tiempo para renovar la fe en Dios, amar a los demás, y poner en alto el amor y paz. Para ello es fundamental compartir con los hijos los valores y enseñarles que la felicidad no solo está en los obsequios y en los regalos materiales.

 Lo primordial es  disfrutar con alegría y espiritualidad. Transmita  a sus hijos el mensaje de renovación de  fe y la alegría que acompaña las tradiciones navideñas.   Estas son maneras de cultivar el espíritu y encontrar felicidad en el interior de cada uno. Reflexionar y orar juntos, hablar sobre el significado de la Navidad en las distintas tradiciones religiosas, contar anécdotas sobre la celebración de estas tradiciones en la familia, son una manera de fortalecer el espíritu navideño. Además,  es momento para compartir con las personas queridas y para dar, no solo para recibir.    

 La Navidad es tiempo de costumbres que  invitan a participar de un  mensaje de amor y de entrega. Motive a sus hijos a pensar en los demás sin limitarse a sus amigos cercanos o conocidos. Enséñeles a compartir  con aquellos que lo necesiten, a ser solidarios y a estar dispuestos a dar desinteresadamente.   No obsesionarse con la lista de regalos. Aquello que pedimos desde nuestro corazón tiene un gran valor. Por ejemplo la salud de un familiar el bienestar de los amigos o vivir en armonía. Adicionalmente no todos los obsequios que se hacen en navidad deben ser comprados. Puede regalar una tarjeta o hacer una invitación a comer.  

Del santo Evangelio según san Lucas 1, 39-45

 Miércoles IV de Adviento

En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea, y entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la criatura saltó en su seno.
Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó: «¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor».
Palabra del Señor.
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Meditación
Cuando éramos niños no había nada más emocionante que abrir un regalo. Descubrir que era algo que queríamos, a veces sin saberlo, nos llenaba luego de mucha alegría. Pero cuando el regalo no lo necesitábamos, la alegría simplemente no llegaba. San Juan Bautista se alegra en el vientre de su madre porque la Virgen María ha traído el mejor regalo para él, al Niño Dios.
El mundo nos hace creer que nuestra felicidad es tener dinero, tener auto, un buen trabajo, etc., pero al final todo eso, sin Dios, se queda en puras emociones, en un romper constantemente el envoltorio sin llegar al regalo, sin llegar a experimentar la verdadera felicidad, sin tener a Dios. Dios es el regalo de esta Navidad,

martes, 20 de diciembre de 2022

Del santo Evangelio según san Lucas 1, 26-38

 Martes IV de Adviento

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se llamaba María.
Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”. Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante saludo.
El ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin”.
María le dijo entonces al ángel: “¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?”. El ángel le contestó: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez,

lunes, 19 de diciembre de 2022

Del santo Evangelio según san Lucas 1, 5-25

 Lunes IV de Adviento

Hubo en tiempo de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, del grupo de Abías, casado con una descendiente de Aarón, llamada Isabel. Ambos eran justos a los ojos de Dios, pues vivían irreprochablemente, cumpliendo los mandamientos y disposiciones del Señor. Pero no tenían hijos, porque Isabel era estéril y los dos, de avanzada edad.
Un día en que le correspondía a su grupo desempeñar ante Dios los oficios sacerdotales, le tocó a Zacarías, según la costumbre de los sacerdotes, entrar al santuario del Señor para ofrecer el incienso, mientras todo el pueblo estaba afuera, en oración, a la hora de la incensación.
Se le apareció entonces un ángel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se sobresaltó y un gran temor se apoderó de él. Pero el ángel le dijo: «No temas, Zacarías, porque tu súplica ha sido escuchada. Isabel, tu mujer, te dará un hijo, a quien le pondrás el nombre de Juan. Tú te llenarás de alegría y regocijo, y otros muchos se alegrarán también de su nacimiento,

viernes, 16 de diciembre de 2022

Del santo Evangelio según san Juan 5, 33-36

 Viernes III de Adviento

En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: “Ustedes enviaron mensajeros a Juan el Bautista y él dio testimonio de la verdad. No es que yo quiera apoyarme en el testimonio de un hombre. Si digo esto, es para que ustedes se salven. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y ustedes quisieron alegrarse un instante con su luz.
Pero yo tengo un testimonio mejor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido realizar y que son las que yo hago, dan testimonio de mí y me acreditan como enviado del Padre”.
Palabra del Señor.
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Meditación
Señor, en este pasaje me hablas de dar testimonio de la verdad con obras, obras concretas. Más que el testimonio que Juan dio de Ti, tus obras eran la prueba más clara de ser el enviado de Dios.

jueves, 15 de diciembre de 2022

Lectura del libro de Isaías 54,1-10

Tercera semana de Adviento

Primera lectura
Lectura del libro de Isaías 54,1-10:
Exulta, estéril, que no dabas a luz;
rompe a cantar, alégrate;
tú que no tenías dolores de parto:
porque la abandonada
tendrá más hijos que la casada —dice el Señor—.
Ensancha el espacio de tu tienda,
despliega los toldos de tu morada,
no los restrinjas,
alarga tus cuerdas,
afianza tus estacas,
porque te extenderás de derecha a izquierda.
Tu estirpe heredará las naciones
y poblará ciudades desiertas.
No temas, no tendrás que avergonzarte,
no te sientas ultrajada,
porque no deberás sonrojarte.
Olvidarás la vergüenza de tu soltería,
no recordarás la afrenta de tu viudez.
Quien te desposa es tu Hacedor:

miércoles, 14 de diciembre de 2022

Del santo Evangelio según san Mateo 21, 28-32

 Martes III de Adviento

En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «¿Qué opinan de esto? Un hombre que tenía dos hijos fue a ver al primero y le ordenó: ‘Hijo, ve a trabajar hoy en la viña’. Él le contestó: ‘Ya voy, Señor, pero no fue. El padre se dirigió al segundo y le dijo lo mismo. Este le respondió: ‘No quiero ir’, pero se arrepintió y fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?». Ellos le respondieron: «El segundo».
Entonces Jesús les dijo: «Yo les aseguro que los publicanos y las prostitutas se les han adelantado en el camino del Reino de Dios. Porque vino Juan, predicó el camino de la justicia y no le creyeron; en cambio, los publicanos y las prostitutas sí le creyeron.

martes, 13 de diciembre de 2022

Del santo Evangelio según san Mateo 21, 28-32

 Martes III de Adviento

En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «¿Qué opinan de esto? Un hombre que tenía dos hijos fue a ver al primero y le ordenó: ‘Hijo, ve a trabajar hoy en la viña’. Él le contestó: ‘Ya voy, Señor, pero no fue. El padre se dirigió al segundo y le dijo lo mismo. Este le respondió: ‘No quiero ir’, pero se arrepintió y fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?». Ellos le respondieron: «El segundo».
Entonces Jesús les dijo: «Yo les aseguro que los publicanos y las prostitutas se les han adelantado en el camino del Reino de Dios. Porque vino Juan, predicó el camino de la justicia y no le creyeron; en cambio, los publicanos y las prostitutas sí le creyeron.

lunes, 12 de diciembre de 2022

Del santo Evangelio según san Lucas 1, 39-48

 Nuestra Señora de Guadalupe

En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea, y entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la creatura saltó en su seno.
Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó: “Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído,

viernes, 9 de diciembre de 2022

Del santo Evangelio según san Mateo 11, 16-19

 Viernes II de Adviento

En aquel tiempo, Jesús dijo: «¿Con qué podré comparar a esta gente? Es semejante a los niños que se sientan en las plazas y se vuelven a sus compañeros para gritarles: ‘Tocamos la flauta y no han bailado; cantamos canciones tristes y no han llorado’.
Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dijeron: ‘Tiene un demonio’. Viene el Hijo del hombre, y dicen: ‘Ese es un glotón y un borracho, amigo de publicanos y gente de mal vivir’. Pero la sabiduría de Dios se justifica así misma por sus obras».
Palabra del Señor.
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Meditación
Creo que en este Evangelio me hablas de saber reconocer los signos con los que hablas a mi vida. Eran muchos los signos de tu amor hacia la gente de aquel tiempo, pero ellos no los descubrían. Eran demasiado exigentes al pedir signos.

lunes, 5 de diciembre de 2022

Del santo Evangelio según san Lucas 5, 17-26

 Lunes II de Adviento

Un día Jesús estaba enseñando y estaban también sentados ahí algunos fariseos y doctores de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, de Judea y de Jerusalén. El poder del Señor estaba con él para que hiciera curaciones.
Llegaron unos hombres que traían en una camilla a un paralítico y trataban de entrar, para colocarlo delante de él; pero como no encontraban por dónde meterlo a causa de la muchedumbre, subieron al techo y por entre las tejas lo descolgaron en la camilla y se lo pusieron delante a Jesús. Cuando él vio la fe de aquellos hombres, dijo al paralítico: “Amigo mío, se te perdonan tus pecados”.
Entonces los escribas y fariseos comenzaron a pensar: “¿Quién es este individuo que así blasfema? ¿Quién, sino sólo Dios, puede perdonar los pecados?”. Jesús, conociendo sus pensamientos, les replicó: “¿Qué están pensando? ¿Qué es más fácil decir:

sábado, 3 de diciembre de 2022

Del santo Evangelio según san Mateo 9, 35-10, 1.6-8

 Sábado I de Adviento

En aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, predicando el Evangelio del Reino y curando toda enfermedad y dolencia. Al ver a las multitudes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus discípulos: «La cosecha es mucha y los trabajadores, pocos. Rueguen, por tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos».
Después, llamando a sus doce discípulos, les dio poder para expulsar a los espíritus impuros y curar toda clase de enfermedades y dolencias. Les dijo: «Vayan en busca de las ovejas perdidas de la casa de Israel. Vayan y proclamen por el camino que ya se acerca el Reino de los cielos. Curen a los leprosos y demás enfermos; resuciten a los muertos y echen fuera a los demonios. Gratuitamente han recibido este poder; ejérzanlo, pues, gratuitamente».
Palabra del Señor
Meditación
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Si Jesús recorriera nuestras ciudades, pueblos o lugares de habitación, tal como lo hizo en Galilea, ¿qué vería? El Evangelio nos muestra que vio rostros cansados,

viernes, 2 de diciembre de 2022

Del santo Evangelio según san Mateo 9, 27-31

 Viernes I de Adviento

Cuando Jesús salía de Cafarnaúm, lo siguieron dos ciegos, que gritaban: «¡Hijo de David, compadécete de nosotros!». Al entrar Jesús en la casa, se le acercaron los ciegos y Jesús les preguntó: «¿Creen que puedo hacerlo?». Ellos le contestaron: «Sí, Señor». Entonces les tocó los ojos, diciendo: «Que se haga en ustedes conforme a su fe». Y se les abrieron los ojos. Jesús les advirtió severamente: «Que nadie lo sepa». Pero ellos, al salir, divulgaron su fama por toda la región.
Palabra del Señor.
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Meditación
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Antes de meditar en el pasaje de hoy conviene recordar que estoy ya en el periodo de preparación para tu venida a mi alma. Las recomendaciones que me das en la Liturgia son los mejores medios para prepararme bien.

jueves, 1 de diciembre de 2022

Del santo Evangelio según san Mateo 7, 21.24-27

 Jueves I de Adviento

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No todo el que me diga: ‘¡Señor, Señor!’, entrará en el reino de los cielos, sino el que cumpla la voluntad de mi Padre, que está en los cielos.
El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica, se parece a un hombre prudente, que edificó su casa sobre roca. Vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos y dieron contra la casa; pero no se cayó, porque estaba construida sobre roca.
El que oye estas palabras mías y no las pone en práctica, se parece a un hombre imprudente, que edificó su casa sobre arena. Vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos,