IV Domingo Cuaresma
Jos 5,9a.10-12/2Co 5,17-21/Lc 15,1-3.11-32
Todos los que cobraban impuestos para Roma, y otras gentes de mala fama, se acercaban a escuchar a Jesús. Y los fariseos y maestros de la ley le criticaban diciendo: “Éste recibe a los pecadores y come con ellos”. Entonces Jesús les contó esta parábola: “Un hombre tenía dos hijos. El más joven le dijo: ‘Padre, dame la parte de la herencia que me corresponde’. Y el padre repartió los bienes entre ellos. Pocos días después, el hijo menor vendió su parte y se marchó lejos, a otro país, donde todo lo derrochó viviendo de manera desenfrenada.