miércoles, 30 de noviembre de 2022

Del santo Evangelio según san Mateo 4, 18-22

 San Andrés Apóstol

Miércoles 30 de noviembre
Una vez que Jesús
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caminaba por la ribera del mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado después Pedro, y Andrés, los cuales estaban echando las redes al mar, porque eran pescadores. Jesús les dijo: «Síganme y los haré pescadores de hombres». Ellos inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en la barca, remendando las redes, y los llamó también. Ellos, dejando enseguida la barca y a su padre, lo siguieron.
Palabra del Señor
Meditación
Jesús camina y observa, mira y contempla, se sonríe y nos ama. Entra en la vida de los apóstoles pero ellos ya estaban en su corazón, ya habían sido objeto de su mirada, llamaron su atención…

martes, 29 de noviembre de 2022

Del santo Evangelio según san Lucas 10, 21-24

 Martes I de Adviento

En aquella misma hora Jesús se llenó de júbilo en el Espíritu Santo y exclamó: «¡Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla! ¡Gracias, Padre, porque así te ha parecido bien! Todo me lo ha entregado mi Padre y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».
Volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: «Dichosos los ojos que ven lo que ustedes ven. Porque yo les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron,

lunes, 28 de noviembre de 2022

Del santo Evangelio según san Mateo 8, 5-11


En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaúm, se le acercó un oficial romano y le dijo: “Señor, tengo en mi casa un criado que está en cama, paralítico y sufre mucho”. Él le contestó: “Voy a curarlo”.
Pero el oficial le replicó: “Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa; con que digas una sola palabra, mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; cuando le digo a uno: ‘¡Ve!’, él va; al otro: ‘¡Ven!’ y viene; a mi criado: ‘¡Haz esto!’, y lo hace”.
Al oír aquellas palabras, se admiró Jesús y dijo a los que lo seguían: “Yo les aseguro que en ningún israelita he hallado una fe tan grande. Les aseguro que muchos vendrán de oriente y de occidente y se sentarán con Abraham,

viernes, 25 de noviembre de 2022

Del santo Evangelio según san Lucas 21, 29-33

 Viernes 25 de noviembre

En aquel tiempo, Jesús propuso a sus discípulos esta comparación: «Fíjense en la higuera y en los demás árboles. Cuando ven que empiezan a dar fruto, saben que ya está cerca el verano. Así también, cuando vean que suceden las cosas que les he dicho, sepan que el Reino de Dios está cerca. Yo les aseguro que antes de que esta generación muera, todo esto se cumplirá. Podrán dejar de existir el cielo y la tierra, pero mis palabras no dejarán de cumplirse».
Palabra del Señor.
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Meditación
En nuestra vida siempre hay días, llamadas, momentos… que son muy importantes, y casi siempre van acompañados de una previa preparación. Qué me pondré… qué llevaré… cómo lo diré; qué haré… son palabras que salen casi espontáneamente de nuestra boca o que vienen repentinamente a nuestra mente.
Señor, hoy me dices que tu Reino está cerca pero… no lo veo, no lo escucho, no sé dónde buscar. No sé cómo preparar mi corazón para ese momento que sé es infinitamente más importante que cualquier otro día, llamada o compromiso.
Busco los frutos en los árboles,

jueves, 24 de noviembre de 2022

Del santo Evangelio según san Lucas 21, 20-28

 Jueves 24 de noviembre

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Cuando vean a Jerusalén sitiada por un ejército, sepan que se aproxima su destrucción. Entonces, los que estén en Judea, que huyan a los montes; los que estén en la ciudad, que se alejen de ella; los que estén en el campo, que no vuelvan a la ciudad; porque esos días serán de castigo para que se cumpla todo lo que está escrito.
¡Pobres de las que estén embarazadas y de las que estén criando en aquellos días! Porque vendrá una gran calamidad sobre el país y el castigo de Dios se descargará contra este pueblo. Caerán al filo de la espada, serán llevados cautivos a todas las naciones y Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que se cumpla el plazo que Dios les ha señalado.
Habrá señales prodigiosas en el sol
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en la luna
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y en las estrellas
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. En la tierra las naciones se llenarán de angustia y de miedo por el estruendo de las olas del mar; la gente se morirá de terror y de angustiosa espera por las cosas que vendrán sobre el mundo, pues hasta las estrellas se bambolearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube, con gran poder y majestad. Cuando estas cosas comiencen a suceder, pongan atención y levanten la cabeza,

miércoles, 23 de noviembre de 2022

Lectura del libro del Apocalipsis (15,1-4)

 Miércoles 23 de noviembre

Yo, Juan, vi en el cielo otro signo, grande y maravilloso: Siete ángeles que llevaban siete plagas, las últimas, pues con ellas se consuma la ira de Dios.
Vi una especie de mar de vidrio mezclado con fuego; los vencedores de la bestia, de su imagen y del número de su nombre estaban de pie sobre el mar cristalino; tenían en la mano las cítaras de Dios. Y cantan el cántico de Moisés, el siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo:
«Grandes y admirables son tus obras, Señor, Dios omnipotente; justos y verdaderos tus caminos, rey de los pueblos. ¿Quién no temerá y no dará gloria a tu nombre? Porque vendrán todas las naciones y se postrarán ante ti, porque tú solo eres santo y tus justas sentencias han quedado manifiestas».
Palabra de Dios
Salmo
Sal 97,1.2-3ab.7-8.9
R/. Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios omnipotente.
V/. Cantad al Señor un cántico nuevo,

martes, 22 de noviembre de 2022

Del santo Evangelio según Lucas 21, 5-11

 Martes 22 de noviembre

En aquel tiempo, como algunos ponderaban la solidez de la construcción del templo y la belleza de las ofrendas votivas que la adornaban, Jesús dijo: “Días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que están admirando: todo será destruido”.
Entonces le preguntaron: “Maestro, ¿cuándo va a ocurrir esto y cuál será la señal de que ya está a punto de suceder?”.
Él les respondió: “Cuídense que nadie los engañe, porque muchos vendrán usurpando mi nombre y dirán: ‘Yo soy el Mesías. El tiempo ha llegado’. Pero no les hagan caso. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones, que no los domine el pánico, porque eso tiene que acontecer, pero todavía no es el fin”.
Luego les dijo: “Se levantará una nación contra otra y un reino contra otro. En diferentes lugares habrá grandes terremotos, epidemias y hambre, y aparecerán en el cielo señales prodigiosas y terribles”.
Palabra del Señor
Meditación
Intentemos no ver el templo de Jerusalén, sino el templo de nuestro cuerpo. Cuántas veces lo alabamos como si fuera lo más maravilloso del mundo. Después de haber inflado nuestro «ego» Dios nos dice que no quedará piedra sobre piedra.

lunes, 21 de noviembre de 2022

Del santo Evangelio según san Lucas 21, 1-4

En aquel tiempo, levantando los ojos, Jesús vio a unos ricos que echaban sus donativos en las alcancías del templo. Vio también a una viuda pobre, que echaba allí dos moneditas, y dijo: «Yo les aseguro que esa pobre viuda ha dado más que todos. Porque éstos dan a Dios de lo que les sobra; pero ella, en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para vivir».

Palabra del Señor
Meditación
Hoy vemos en el corazón de Jesús la admiración. Podemos adentrarnos en sus sentimientos y contemplar algo realmente conmovedor. Podemos meternos en el Evangelio y contemplar la escena. Esa pobre anciana que deja todo, absolutamente todo al Señor. Imaginemos por un momento que tenemos que dar todo nuestro dinero a una persona pobre ¿Lo haríamos?

sábado, 19 de noviembre de 2022

Del santo Evangelio según san Lucas 20, 27-40

 Sábado 19 d noviembre

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús algunos saduceos. Como los saduceos niegan la resurrección de los muertos, le preguntaron: “Maestro, Moisés nos dejó escrito que si alguno tiene un hermano casado que muere sin haber tenido hijos, se case con la viuda para dar descendencia a su hermano. Hubo una vez siete hermanos. El mayor de los cuales se casó y murió sin dejar hijos. El segundo, el tercero y los demás, hasta el séptimo, tomaron por esposa a la viuda y todos murieron sin dejar sucesión. Por fin murió también la viuda. Ahora bien, cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será esposa la mujer, pues los siete estuvieron casados con ella?”.
Jesús les dijo: “En esta vida, hombres y mujeres se casan, pero en la vida futura, los que sean juzgados dignos de ella y de la resurrección de los muertos, no se casarán ni podrán ya morir, porque serán como los ángeles e hijos de Dios, pues él los habrá resucitado.
Y que los muertos resucitan, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor,

viernes, 18 de noviembre de 2022

Del santo Evangelio según san Lucas 19, 45-48

 Viernes 18 de noviembre

Aquel día, Jesús entró en el templo y comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban allí, diciéndoles: «Está escrito: Mi casa es casa de oración; pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones”.
Jesús enseñaba todos los días en el templo. Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y los jefes del pueblo, intentaban matarlo, pero no encontraban cómo hacerlo, porque todo el pueblo estaba pendiente de sus palabras.
Palabra del Señor
Meditación
Me parece que puede ayudar pensar en la siguiente escena: un ser querido se encuentra grave de salud, un ser querido al que, además, todos le tienen profunda estima. Yo también. Se encuentra en delicado estado, quizá en agonía, y quiero visitarlo. Tan sólo en dirigirme hacia su casa, me parece introducirme lentamente en un silencio de respeto, de profunda reverencia.

jueves, 17 de noviembre de 2022

Del santo Evangelio según san Lucas 19, 41-44

 Jueves 17 de noviembre

En aquel tiempo, cuando Jesús estuvo cerca de Jerusalén y contempló la ciudad, lloró por ella y exclamó:
«¡Si en este día comprendieras tú lo que puede conducirte a la paz! Pero eso está oculto a tus ojos. Ya vendrán días en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán y te atacarán por todas partes y te arrasarán. Matarán a todos tus habitantes y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no aprovechaste la oportunidad que Dios te daba».
Palabra del Señor.
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Meditación
En este Evangelio puedo contemplar un elemento de tu humanidad y por lo tanto un elemento que me asemeja a ti. Tú, Dios, lloraste. Pareciera imposible creer algo así, pero es lo que sucede en este pasaje de hoy. Podría detenerme a imaginar esta escena en la cual, en la cima de una montaña, mientras observas Jerusalén, las lágrimas empañan tu vista, recorren tus mejillas y caen al suelo.
¿Por qué lloras, Señor? Lloras ante un amor no correspondido. Habías amado tanto a Jerusalén, le habías demostrado con obras tu cariño, y sin embargo ella no se daba cuenta de ello y seguía en su pecado. Era como el enamorado que había estado detrás de aquella persona amada persiguiéndola con regalos, flores, chocolates e invitaciones pero la amada nunca supo valorar aquellos detalles. Así también pasa en mi vida. Tú me amas demasiado y buscas conquistarme. Dame la gracia,

miércoles, 16 de noviembre de 2022

Del santo Evangelio según san Lucas 19, 11-28

 Miércoles 16 de noviembre

En aquel tiempo, como ya se acercaba Jesús a Jerusalén y la gente pensaba que el Reino de Dios iba a manifestarse de un momento a otro, Él les dijo esta parábola:
«Había un hombre de la nobleza que se fue a un país lejano para ser nombrado rey y volver como tal. Antes de irse, mandó llamar a diez empleados suyos, les entregó una moneda de mucho valor a cada uno y les dijo: ‘Inviertan este dinero mientras regreso’.
Pero sus compatriotas lo aborrecían y enviaron detrás de él a unos delegados que dijeran: ‘No queremos que éste sea nuestro rey’.
Pero fue nombrado rey, y cuando regresó a su país, mandó llamar a los empleados a quienes había entregado el dinero, para saber cuánto había ganado cada uno.
Se presentó el primero y le dijo: ‘Señor, tu moneda ha producido otras diez monedas’. Él le contestó: ‘Muy bien.

martes, 15 de noviembre de 2022

Del santo Evangelio según san Lucas 19,1-10

 Martes 15 de noviembre

En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó, y al ir atravesando la ciudad, sucedió que un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y ricos, trataba de conocer a Jesús; pero la gente se lo impedía, porque Zaqueo era de baja estatura. Entonces corrió y se subió a un árbol para verlo cuando pasara por ahí. Al llegar a ese lugar, Jesús levantó los ojos y le dijo: “Zaqueo, bájate pronto, porque hoy tengo que hospedarme en tu casa”.
Él bajó enseguida y lo recibió muy contento. Al ver esto, comenzaron todos a murmurar diciendo: “Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador”.
Zaqueo, poniéndose de pie, dijo a Jesús: “Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes, y si he defraudado a alguien, le restituiré cuatro veces más”. Jesús le dijo: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también él es hijo de Abraham,

lunes, 14 de noviembre de 2022

Del santo Evangelio según san Lucas 18, 35-43

 Lunes 14 de noviembre

En aquel tiempo, cuando Jesús se acercaba a Jericó, un ciego estaba sentado a un lado del camino, pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, preguntó qué era aquello, y le explicaron que era Jesús el nazareno, que iba de camino. Entonces él comenzó a gritar: «¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!». Los que iban adelante lo regañaban para que se callara, pero él se puso a gritar más fuerte: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!».
Entonces Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran. Cuando estuvo cerca, le preguntó: «¿Qué quieres que haga por ti?». Él le contestó: ‘Señor, que vea’. Jesús le dijo: «Recobra la vista; tu fe te ha salvado».
Enseguida el ciego recobró la vista y lo siguió,

viernes, 11 de noviembre de 2022

Del santo Evangelio según san Lucas 17, 26-37

 Viernes 11 de noviembre

En aquellos días, Jesús dijo a sus discípulos: «Lo que sucedió en el tiempo de Noé también sucederá en el tiempo del Hijo del hombre: comían y bebían, se casaban hombres y mujeres, hasta el día en que Noé entró en el arca; entonces vino el diluvio y los hizo perecer a todos.
Lo mismo sucedió en el tiempo de Lot: comían y bebían, compraban y vendían, sembraban y construían, pero el día en que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y los hizo perecer a todos. Pues lo mismo sucederá el día en que el Hijo del hombre se manifieste.
Aquel día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa, que no baje a recogerlas; y el que esté en el campo, que no mire hacia atrás. Acuérdense de la mujer de Lot. Quien intente conservar su vida, la perderá; y quien la pierda, la conservará.
Yo les digo: aquella noche habrá dos en un mismo lecho: uno será tomado y el otro abandonado;

jueves, 10 de noviembre de 2022

Del santo Evangelio según san Lucas 17,20-25

 Jueves 10 de noviembre

En aquel tiempo, los fariseos le preguntaron a Jesús: «¿Cuándo llegará el Reino de Dios?». Jesús les respondió: «El Reino de Dios no llega aparatosamente. No se podrá decir: ‘Está aquí’ o ‘Está allá’, porque el Reino de Dios ya está entre ustedes».
Les dijo entonces a sus discípulos: «Llegará un tiempo en que ustedes desearán disfrutar siquiera un sólo día de la presencia del Hijo del hombre y no podrán. Entonces les dirán: ‘Está aquí’ o ‘Está allá’, pero no vayan corriendo a ver, pues así como el fulgor del relámpago brilla de un extremo a otro del cielo, así será la venida del Hijo del hombre en su día. Pero antes tiene que padecer mucho y ser rechazado por los hombres de esta generación».
Palabra del Señor.
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Meditación
Hoy el Evangelio nos invita a escuchar la respuesta de Jesús sobre el reino de los cielos, respuesta que ha sido dada por la curiosidad de saber «cuándo iba a llegar el reino de Dios».

miércoles, 9 de noviembre de 2022

Del santo Evangelio según san Juan 2, 13-22 😍

Dedicación de la Basílica de Letrán

Miércoles 9 de noviembre

Cuando se acercaba la Pascua de los judíos, Jesús llegó a Jerusalén y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas con sus mesas. Entonces hizo un látigo de cordeles y los echó del templo, con todo y sus ovejas y bueyes; a los cambistas les volcó las mesas y les tiró al suelo las monedas; y a los que vendían palomas les dijo: «Quiten todo de aquí y no conviertan en un mercado la casa de mi padre».
En ese momento, sus discípulos se acordaron de lo que estaba escrito: El celo de tu casa me devora. Después intervinieron los judíos para preguntarle: «¿Qué señal nos das de que tienes autoridad para actuar así?». Jesús les respondió: «Destruyan este templo y en tres días lo reconstruiré». Replicaron los judíos: «Cuarenta y seis años se ha llevado la construcción del templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?».
Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Por eso, cuando resucitó Jesús de entre los muertos,

martes, 8 de noviembre de 2022

Del santo Evangelio según san Lucas 17, 7-10

 Martes 8 de noviembre

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: “¿Quién de ustedes, si tiene un siervo que labra la tierra o pastorea los rebaños, le dice cuando éste regresa del campo: ‘Entra enseguida y ponte a comer’? ¿No le dirá más bien: ‘Prepárame de comer y disponte a servirme, para que yo coma y beba; después comerás y beberás tú’?”. ¿Tendrá acaso que mostrarse agradecido con el siervo, porque éste cumplió con su obligación?
Así también ustedes, cuando hayan cumplido todo lo que se les mandó, digan: ‘No somos más que siervos; sólo hemos hecho lo que teníamos que hacer’”.
Palabra del Señor

Meditación
Señor Jesús:
Soy tan sólo un servidor (esclavo). Ciertamente la parábola se ha referido a mí. Es bueno que a veces me pongas en mi lugar, he de admitirlo. Pues es verdad:

lunes, 7 de noviembre de 2022

Del santo Evangelio según san Lucas 17, 1-6

 Lunes 7 de noviembre

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “No es posible evitar que existan ocasiones de pecado, pero ¡ay de aquel que las provoca! Más le valdría ser arrojado al mar con una piedra de molino sujeta al cuello, que ser ocasión de pecado para la gente sencilla. Tengan, pues, cuidado.
Si tu hermano te ofende, trata de corregirlo; y si se arrepiente, perdónalo. Y si te ofende siete veces al día, y siete veces viene a ti para decirte que se arrepiente, perdónalo”.
Los apóstoles dijeron entonces al Señor: “Auméntanos la fe”. El Señor les contestó: “Si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a ese árbol frondoso: ‘Arráncate de raíz y plántate en el mar’, y los obedecería».
Palabra del Señor
Meditación
Hoy me hablas de las ocasiones de pecado, del perdón y de la fe. En mi vida siempre habrá ocasiones de pecado. Pero siempre estará también tu gracia para superarlas. A veces me detengo más a considerar la ocasión y lo mucho que me atrae el realizar aquel acto que la ayuda y socorro que me brindas para no ceder al enemigo. En las ocasiones de pecado, como dice el dicho,

viernes, 4 de noviembre de 2022

Del santo Evangelio según san Lucas 16, 1-8

 Viernes 4 de noviembre

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Había una vez un hombre rico que tenía un administrador, el cual fue acusado ante él de haberle malgastado sus bienes. Lo llamó y le dijo: ¿Es cierto lo que me han dicho de ti? Dame cuenta de tu trabajo, porque en adelante ya no serás administrador’. Entonces el administrador se puso a pensar: ‘¿Qué voy a hacer ahora que me quitan el trabajo? No tengo fuerzas para trabajar la tierra y me da vergüenza pedir limosna. Ya sé lo que voy a hacer, para tener a alguien que me reciba en su casa, cuando me despidan’.
Entonces fue llamando uno por uno a los deudores de su amo. Al primero le preguntó: ‘¿Cuánto le debes a mi amo?’. El hombre respondió: ‘Cien barriles de aceite’. El administrador le dijo: ‘Toma tu recibo, date prisa y haz otro por cincuenta’. Luego preguntó al siguiente: ‘Y tú, ¿cuánto debes?’ Éste respondió: ‘Cien sacos de trigo’. El administrador le dijo: ‘Toma tu recibo y haz otro por ochenta’.
El amo tuvo que reconocer que su mal administrador había procedido con habilidad.

jueves, 3 de noviembre de 2022

Del santo Evangelio según san Lucas 15, 1-10

 Jueves 3 de noviembre

En aquel tiempo, se acercaban a Jesús los publicanos y los pecadores a escucharlo; por lo cual los fariseos y los escribas murmuraban entre sí: «Este recibe a los pecadores y come con ellos».
Jesús les dijo entonces esta parábola: «¿Quién de ustedes, si tiene cien ovejas y se le pierde una, no deja las noventa y nueve en el campo y va en busca de la que se le perdió hasta encontrarla? Y una vez que la encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría y al llegar a su casa, reúne a los amigos y vecinos y les dice: “Alégrense conmigo, porque ya encontré la oveja que se me había perdido”. Yo les aseguro que también en el cielo habrá más alegría por un pecador que se convierte, que por noventa y nueve justos, que no necesitan convertirse.
¿Y qué mujer hay, que si tiene diez monedas de plata y pierde una, no enciende luego una lámpara y barre la casa y la busca con cuidado hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas y les dice: “Alégrense conmigo,

miércoles, 2 de noviembre de 2022

Lectura del libro de las Lamentaciones (3,17-26

Conmemoración de los fieles difuntos

Me han arrancado la paz, y ni me acuerdo de la dicha; me digo: «Se me acabaron las fuerzas y mi esperanza en el Señor.» Fíjate en mi aflicción y en mi amargura, en la hiel que me envenena; no hago más que pensar en ello y estoy abatido. Pero hay algo que traigo a la memoria y me da esperanza: que la misericordia del Señor no termina y no se acaba su compasión: antes bien, se renuevan cada mañana: ¡qué grande es tu fidelidad! El Señor es mi lote, me digo, y espero en él. El Señor es bueno para los que en él esperan y lo buscan;

martes, 1 de noviembre de 2022

Del santo Evangelio según san Mateo 5, 1-12 🥰🥰

 Solemnidad de Todos los Santos.

En aquel tiempo, cuando Jesús vio a la muchedumbre, subió al monte y se sentó. Entonces se le acercaron sus discípulos. Enseguida comenzó a enseñarles, y les dijo:
"Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque serán consolados. Dichosos los sufridos, porque heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque serán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque se les llamará hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos.
Dichosos serán ustedes cuando los injurien, los persigan y digan cosas falsas de ustedes por causa mía.