En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Filipo; por el camino, preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que soy yo?» Ellos le contestaron: «Algunos dicen que eres Juan Bautista; otros, Elías; y otros, uno de los profetas». Entonces él les preguntó: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?». Pedro le respondió: «Tú eres el Mesías». Y él les ordenó que no se lo dijeran a nadie. Luego se puso a explicarles que era necesario que el Hijo del hombre padeciera mucho, que fuera rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, que fuera entregado a la muerte y resucitará al tercer día. Todo esto lo dijo con entera claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y trataba de disuadirlo. Jesús se volvió, y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro con estas palabras: «¡Apártate de mí, Satanás! Porque tú no juzgas según Dios,
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jueves, 16 de febrero de 2023
miércoles, 15 de febrero de 2023
Del santo Evangelio según san Marcos 8, 22-26
En aquel tiempo, Jesús y los discípulos llegaron a Betsaida. Le trajeron un ciego y le pedían que lo tocara. Tomándolo de la mano, Jesús lo sacó del pueblo, le puso saliva en los ojos, le impuso las manos y le preguntó: «¿Ves algo?». El ciego empezando a ver, le dijo: «Veo a la gente, como si fueran árboles que caminan». Jesús le volvió a imponer las manos en los ojos y el hombre comenzó a ver perfectamente bien: estaba curado y veía todo con claridad. Jesús lo mandó a su casa, diciéndole: «Vete a tu casa, y si pasas por el pueblo, no se lo digas a nadie».
Palabra del Señor

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Meditación
El encuentro con Jesús renueva nuestra vida, nos da una nueva mirada y más allá de eso, nos da un nuevo corazón. Cambia en nosotros esa mentalidad complicada y nos da un corazón de niño. Gracias a eso podemos ver las cosas con una pureza plena y ver en los demás las grandes maravillas. El Señor nos hace salir de nosotros mismos, de nuestros paradigmas y esquemas. Nos hace salir de nuestra “aldea” y nos lleva de la mano a un lugar nuevo. Es ahí donde podemos contemplar a Dios en su plenitud,
Evangelio del día, oraciones, consejos
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presencia
lunes, 13 de febrero de 2023
Del santo Evangelio según san Marcos 8, 11-13
Lunes 13 de febrero
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los fariseos y se pusieron a discutir con él, y para ponerlo a prueba, le pedían una señal del cielo. Jesús suspiró profundamente y dijo: “ Por qué esta gente busca una señal?. Les aseguro que a esta gente no se le dará ninguna señal”.
Entonces los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla.
Palabra del Señor
Evangelio del día, oraciones, consejos
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Evangelio del dia,
meditacion
viernes, 10 de febrero de 2023
Del santo Evangelio según san Marcos 7, 31-37
Viernes 10 de febrero
En aquel tiempo, salió Jesús de la región de Tiro y vino de nuevo, por Sidón, al mar de Galilea, atravesando la región de Decápolis. Le llevaron entonces a un hombre sordo y tartamudo, y le suplicaban que le impusiera las manos. Él lo apartó a un lado de la gente, le metió los dedos en los oídos y le tocó la lengua con saliva. Después, mirando al cielo, suspiró y le dijo: «¡Effetá!» (que quiere decir «¡Ábrete!»). Al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y empezó a hablar sin dificultad. Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero cuanto más se lo mandaba, ellos con más insistencia lo proclamaban;
miércoles, 8 de febrero de 2023
Del santo Evangelio según san Marcos 7, 14-23
Miércoles 8 de febrero
En aquel tiempo, Jesús llamó de nuevo a la gente y les dijo: “Escúchenme todos y entiéndanme. Nada que entre de fuera puede manchar al hombre; lo que sí lo mancha es lo que sale de dentro”. Cuando entró en una casa para alejarse de la muchedumbre, los discípulos le preguntaron qué quería decir aquella parábola. Él les dijo: “¿Ustedes también son incapaces de comprender? ¿No entienden que nada de lo que entra en el hombre desde afuera puede contaminarlo, porque no entra en su corazón, sino en el vientre y después, sale del cuerpo?” Con estas palabras declaraba limpios todos los alimentos. Luego agregó: “Lo que sí mancha al hombre es lo que sale de dentro; porque del corazón del hombre salen las intenciones malas, las fornicaciones, los robos, los homicidios, los adulterios,
lunes, 6 de febrero de 2023
Del santo Evangelio según san Marcos 6, 53-56
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos terminaron la travesía del lago y tocaron tierra en Genesaret. Apenas bajaron de la barca, la gente los reconoció y de toda aquella región acudían a él, a cualquier parte donde sabían que se encontraba, y le llevaban en camillas a los enfermos. A dondequiera que llegaba, en los poblados, ciudades o caseríos, la gente le ponía a sus enfermos en la calle y le rogaba que por lo menos los dejara tocar la punta de su manto;
martes, 31 de enero de 2023
Del santo Evangelio según san Marcos 5, 21-43
En aquel tiempo, cuando Jesús regresó en la barca al otro lado del lago, se quedó en la orilla y ahí se le reunió mucha gente. Entonces se acercó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo. Al ver a Jesús, se echó a sus pies y le suplicaba con insistencia: “Mi hija está agonizando. Ven a imponerle las manos para que se cure y viva”. Jesús se fue con él, y mucha gente lo seguía y lo apretujaba. Entre la gente había una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años. Había sufrido mucho a manos de los médicos y había gastado en eso toda su fortuna, pero en vez de mejorar, había empeorado. Oyó hablar de Jesús, vino y se le acercó por detrás entre la gente y le tocó el manto, pensando que, con sólo tocarle el vestido, se curaría. Inmediatamente se le secó la fuente de su hemorragia y sintió en su cuerpo que estaba curada. Jesús notó al instante que una fuerza curativa había salido de él, se volvió hacia la gente y les preguntó: “¿Quién ha tocado mi manto?”.
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