viernes, 18 de noviembre de 2022

Del santo Evangelio según san Lucas 19, 45-48

 Viernes 18 de noviembre

Aquel día, Jesús entró en el templo y comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban allí, diciéndoles: «Está escrito: Mi casa es casa de oración; pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones”.
Jesús enseñaba todos los días en el templo. Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y los jefes del pueblo, intentaban matarlo, pero no encontraban cómo hacerlo, porque todo el pueblo estaba pendiente de sus palabras.
Palabra del Señor
Meditación
Me parece que puede ayudar pensar en la siguiente escena: un ser querido se encuentra grave de salud, un ser querido al que, además, todos le tienen profunda estima. Yo también. Se encuentra en delicado estado, quizá en agonía, y quiero visitarlo. Tan sólo en dirigirme hacia su casa, me parece introducirme lentamente en un silencio de respeto, de profunda reverencia.

jueves, 17 de noviembre de 2022

Del santo Evangelio según san Lucas 19, 41-44

 Jueves 17 de noviembre

En aquel tiempo, cuando Jesús estuvo cerca de Jerusalén y contempló la ciudad, lloró por ella y exclamó:
«¡Si en este día comprendieras tú lo que puede conducirte a la paz! Pero eso está oculto a tus ojos. Ya vendrán días en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán y te atacarán por todas partes y te arrasarán. Matarán a todos tus habitantes y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no aprovechaste la oportunidad que Dios te daba».
Palabra del Señor.
🥰
Meditación
En este Evangelio puedo contemplar un elemento de tu humanidad y por lo tanto un elemento que me asemeja a ti. Tú, Dios, lloraste. Pareciera imposible creer algo así, pero es lo que sucede en este pasaje de hoy. Podría detenerme a imaginar esta escena en la cual, en la cima de una montaña, mientras observas Jerusalén, las lágrimas empañan tu vista, recorren tus mejillas y caen al suelo.
¿Por qué lloras, Señor? Lloras ante un amor no correspondido. Habías amado tanto a Jerusalén, le habías demostrado con obras tu cariño, y sin embargo ella no se daba cuenta de ello y seguía en su pecado. Era como el enamorado que había estado detrás de aquella persona amada persiguiéndola con regalos, flores, chocolates e invitaciones pero la amada nunca supo valorar aquellos detalles. Así también pasa en mi vida. Tú me amas demasiado y buscas conquistarme. Dame la gracia,

miércoles, 16 de noviembre de 2022

Del santo Evangelio según san Lucas 19, 11-28

 Miércoles 16 de noviembre

En aquel tiempo, como ya se acercaba Jesús a Jerusalén y la gente pensaba que el Reino de Dios iba a manifestarse de un momento a otro, Él les dijo esta parábola:
«Había un hombre de la nobleza que se fue a un país lejano para ser nombrado rey y volver como tal. Antes de irse, mandó llamar a diez empleados suyos, les entregó una moneda de mucho valor a cada uno y les dijo: ‘Inviertan este dinero mientras regreso’.
Pero sus compatriotas lo aborrecían y enviaron detrás de él a unos delegados que dijeran: ‘No queremos que éste sea nuestro rey’.
Pero fue nombrado rey, y cuando regresó a su país, mandó llamar a los empleados a quienes había entregado el dinero, para saber cuánto había ganado cada uno.
Se presentó el primero y le dijo: ‘Señor, tu moneda ha producido otras diez monedas’. Él le contestó: ‘Muy bien.

martes, 15 de noviembre de 2022

Del santo Evangelio según san Lucas 19,1-10

 Martes 15 de noviembre

En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó, y al ir atravesando la ciudad, sucedió que un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y ricos, trataba de conocer a Jesús; pero la gente se lo impedía, porque Zaqueo era de baja estatura. Entonces corrió y se subió a un árbol para verlo cuando pasara por ahí. Al llegar a ese lugar, Jesús levantó los ojos y le dijo: “Zaqueo, bájate pronto, porque hoy tengo que hospedarme en tu casa”.
Él bajó enseguida y lo recibió muy contento. Al ver esto, comenzaron todos a murmurar diciendo: “Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador”.
Zaqueo, poniéndose de pie, dijo a Jesús: “Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes, y si he defraudado a alguien, le restituiré cuatro veces más”. Jesús le dijo: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también él es hijo de Abraham,

lunes, 14 de noviembre de 2022

Del santo Evangelio según san Lucas 18, 35-43

 Lunes 14 de noviembre

En aquel tiempo, cuando Jesús se acercaba a Jericó, un ciego estaba sentado a un lado del camino, pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, preguntó qué era aquello, y le explicaron que era Jesús el nazareno, que iba de camino. Entonces él comenzó a gritar: «¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!». Los que iban adelante lo regañaban para que se callara, pero él se puso a gritar más fuerte: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!».
Entonces Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran. Cuando estuvo cerca, le preguntó: «¿Qué quieres que haga por ti?». Él le contestó: ‘Señor, que vea’. Jesús le dijo: «Recobra la vista; tu fe te ha salvado».
Enseguida el ciego recobró la vista y lo siguió,

viernes, 11 de noviembre de 2022

Del santo Evangelio según san Lucas 17, 26-37

 Viernes 11 de noviembre

En aquellos días, Jesús dijo a sus discípulos: «Lo que sucedió en el tiempo de Noé también sucederá en el tiempo del Hijo del hombre: comían y bebían, se casaban hombres y mujeres, hasta el día en que Noé entró en el arca; entonces vino el diluvio y los hizo perecer a todos.
Lo mismo sucedió en el tiempo de Lot: comían y bebían, compraban y vendían, sembraban y construían, pero el día en que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y los hizo perecer a todos. Pues lo mismo sucederá el día en que el Hijo del hombre se manifieste.
Aquel día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa, que no baje a recogerlas; y el que esté en el campo, que no mire hacia atrás. Acuérdense de la mujer de Lot. Quien intente conservar su vida, la perderá; y quien la pierda, la conservará.
Yo les digo: aquella noche habrá dos en un mismo lecho: uno será tomado y el otro abandonado;

jueves, 10 de noviembre de 2022

Del santo Evangelio según san Lucas 17,20-25

 Jueves 10 de noviembre

En aquel tiempo, los fariseos le preguntaron a Jesús: «¿Cuándo llegará el Reino de Dios?». Jesús les respondió: «El Reino de Dios no llega aparatosamente. No se podrá decir: ‘Está aquí’ o ‘Está allá’, porque el Reino de Dios ya está entre ustedes».
Les dijo entonces a sus discípulos: «Llegará un tiempo en que ustedes desearán disfrutar siquiera un sólo día de la presencia del Hijo del hombre y no podrán. Entonces les dirán: ‘Está aquí’ o ‘Está allá’, pero no vayan corriendo a ver, pues así como el fulgor del relámpago brilla de un extremo a otro del cielo, así será la venida del Hijo del hombre en su día. Pero antes tiene que padecer mucho y ser rechazado por los hombres de esta generación».
Palabra del Señor.
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Meditación
Hoy el Evangelio nos invita a escuchar la respuesta de Jesús sobre el reino de los cielos, respuesta que ha sido dada por la curiosidad de saber «cuándo iba a llegar el reino de Dios».