Páginas
Buscar este blog
lunes, 11 de marzo de 2024
Del santo Evangelio según san Juan 4, 43-54
sábado, 9 de marzo de 2024
Del santo Evangelio según san Lucas 18, 9-14
Sábado III de Cuaresma. En aquel tiempo, Jesús dijo esta parábola sobre algunos que se tenían por buenos y despreciaban a los demás: "Dos hombres subieron al templo para orar: uno era fariseo y el otro, publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: 'Dios mío, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos y adúlteros; tampoco soy como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todas mis ganancias'. El publicano, en cambio, se quedó lejos y no se atrevía a levantar los ojos al cielo. Lo único que hacía era golpearse el pecho, diciendo: 'Dios mío, apiádate de mí, que soy un pecador'. Pues bien, yo les aseguro que éste bajó a su casa justificado y aquél no;
viernes, 8 de marzo de 2024
Del santo Evangelio según san Marcos 12, 28-34
Viernes III de Cuaresma.


jueves, 7 de marzo de 2024
Lectura del libro de Jeremías (7,23-28):
miércoles, 6 de marzo de 2024
Del santo Evangelio según san Mateo 5, 17-19
Miércoles III de Cuaresma

martes, 5 de marzo de 2024
Lectura de la profecia de Daniel (3,25.34-43)
Martes de la 3ª semana de Cuaresma
lunes, 4 de marzo de 2024
Del santo Evangelio según san Lucas 4, 24-30
En aquel tiempo, Jesús llegó a Nazaret, entró a la sinagoga y dijo al pueblo: "Yo les aseguro que nadie es profeta en su tierra. Había ciertamente en Israel muchas viudas en los tiempos de Elías, cuando faltó la lluvia durante tres años y medio, y hubo un hambre terrible en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda que vivía en Sarepta, ciudad de Sidón. Había muchos leprosos en Israel, en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, que era de Siria". Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se llenaron de ira, y levantándose, lo sacaron de la ciudad y lo llevaron hacia un precipicio de la montaña donde estaba construida la ciudad, para despeñarlo. Pero él,