viernes, 26 de marzo de 2021

Del Santo Evangelio según San Juan 10, 31-42

 Viernes 26 de Marzo..

En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar, los judíos cogieron piedras para apedrearlo. Jesús les dijo: “He realizado ante ustedes muchas obras buenas de parte del Padre, ¿por cuál de ellas me quieren apedrear?”.

Le contestaron los judíos: “No te queremos apedrear por ninguna obra buena, sino por blasfemo, porque tú, no siendo más que un hombre, pretendes ser Dios”. Jesús les replicó: “¿No está escrito en su ley: Yo les he dicho: Ustedes son dioses? Ahora bien, si ahí se llama dioses a quienes fue dirigida la palabra de Dios (y la Escritura no puede equivocarse), ¿cómo es que a mí, a quien el Padre consagró y envió al mundo, me llaman blasfemo porque he dicho:

‘Soy Hijo de Dios’? Si no hago las obras de mi Padre, no me crean. Pero si las hago, aunque no me crean a mí, crean a las obras, para que puedan comprender que el Padre está en mí y yo en el Padre”. Trataron entonces de apoderarse de él, pero se les escapó de las manos.

Luego regresó Jesús al otro lado del Jordán, al lugar donde Juan había bautizado en un principio y se quedó allí. Muchos acudieron a él y decían: “Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan decía de éste, era verdad”. Y muchos creyeron en él allí.

Palabra del Señor.❤️


Meditación 👍❤️

Hoy me puedes dejar dos enseñanzas con este pasaje, la gratitud y el testimonio. Siempre por donde ibas, pasabas haciendo el bien: milagros, curaciones, enseñanzas. De verdad que el pueblo estaba sorprendido y se maravillaba de todo lo que hacías. También es cierto que no entendían muchas veces tu forma de actuar y de hablar, sin embargo, habías cautivado su atención. Ellos sólo recibían de ti, bienes y, a pesar de ello, la gratitud en pocas ocasiones surge.

Son contadas las veces en las que en el Evangelio se diga que alguno se haya acercado a agradecerte algún beneficio. Por el contrario, hoy toman piedras para lanzártelas. Y escucho que diriges a mi vida, ese lamento: «¿Por cuál de todas las cosas buenas que he hecho por ti, quieres apedrearme?»

Tal vez me falta gratitud ante tus dones; no sé descubrir los bienes que vas sembrando en el campo de mi vida y de mi historia. No soy consciente del don de la vida, de mi cuerpo, de mi salud, de poder respirar, de estar acompañado por personas que amo y que me aman, de ser libre, de poder entrar en contacto directo contigo. Permíteme, Señor, descubrir tu acción en mi vida, y más que tu acción, tu presencia.

Quizá no tome piedras físicas para lanzártelas, pero a veces sí te arrojo las piedras de mi indiferencia, de mi ingratitud, de mi desilusión por no darme lo que te pido, o no ser o actuar como a mí me parece. Es sobre todo en los momentos de dificultad, Jesús, cuando más puedo tener las rocas en la mano, dispuesto a lapidarte por estar en ese problema, por no encontrar una solución. Y entonces olvido los bienes que has ido dejando en mi vida y que los momentos de oscuridad me impiden ver. Dame la gracia, Señor, de ser un seguidor tuyo lleno de gratitud por todos los regalos que día a día me das. La gratitud es señal de fidelidad y de amor, de correspondencia y de humildad, de sencillez y de sinceridad. AMÉN 

Hoy es viernes de Dolores y el cuerpo lo sabe...sabe que debe AYUNAR.

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