viernes, 1 de octubre de 2021

Del santo Evangelio según san Lucas 10,13-16

 Viernes 1 de octubre...

Santa Teresa del Niño Jesús, virgen y doctora de la Iglesia..

En aquel tiempo, Jesús dijo: “¡Ay de ti, ciudad de Corozaín! ¡Ay de ti, ciudad de Betsaida! Porque si en las ciudades de Tiro y de Sidón se hubieran realizado los prodigios que se han hecho en ustedes, hace mucho tiempo que hubieran hecho penitencia, cubiertas de sayal y de ceniza. Por eso el día del juicio será menos severo para Tiro y Sidón que para ustedes. Y tú, Cafarnaúm, ¿crees que serás encumbrada hasta el cielo? No. Serás precipitada en el abismo”.
Luego, Jesús dijo a sus discípulos: “El que los escucha a ustedes, a mí me escucha; el que los rechaza a ustedes, a mí me rechaza y el que me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado”.
*Palabra del Señor.
❤️
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*Reflexión
👍🥰
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Hemos escuchado muchas historias de personas que andaban por la vida, como muertos en vida. Personas que gastaban sus días, sus horas en cosas que no valían la pena, yo era uno de ellos, años atrás...Sin embargo, un día, al tener mi encuentro personal con Cristo, en el año 1999, puedo decir, que pasé de la muerte a la vida. Y la gente decía por mí: “Vicente, se convirtió”, pero… ¿qué es la conversión?
La conversión es una luz que ilumina, que permite ver con claridad aquello que el Alma más desea. La conversión es un encuentro consciente con Aquél que me busca y que se revela; con Aquél que se muestra y me demuestra su grande y personal amor. La conversión no es un momento anecdótico en mi historia, es una decisión libre de cada día de seguir a Aquél que se ha mostrado, que se ha revelado como el Amor de los amores...
❤️🥰
Sin embargo, ante esta revelación, ante esta demostración de amor infinito, Dios espera una respuesta. Una respuesta que exige un cambio… que podemos libremente escuchar; libremente aceptar o rechazar.
La conversión no es solo algo que sucedió en nuestras vidas … es una gracia que tenemos que pedir todos los días, pues la conversión verdadera es: constante, progresiva, sin pausa y hasta el final de nuestros días...
Digamos hoy como san Agustín:
Señor, dame lo que me pides y pídeme lo que quieras...Amén
Feliz primer viernes del mes

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