viernes, 24 de diciembre de 2021

Santo Evangelio según san Lucas 1, 67-79

 Viernes 24 de diciembre..

En aquel tiempo, Zacarías, padre de Juan, lleno del Espíritu Santo, profetizó diciendo: «Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo, y ha hecho surgir en favor nuestro un poderoso Salvador en la casa de David, su siervo. Así lo había anunciado desde antiguo, por boca de sus santos profetas: que nos salvaría de nuestros enemigos y de las manos de todos los que nos aborrecen, para mostrar su misericordia a nuestros padres y acordarse de su santa alianza.❤️
El Señor juró a nuestro padre Abraham concedernos que, libres ya de nuestros enemigos, lo sirvamos sin temor, en santidad y justicia delante de Él, todos los días de nuestra vida.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos y a anunciar a su pueblo la salvación, mediante el perdón de los pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombras de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz».
*Palabra del Señor.
❤️
*
Meditación
👍❤️
Dios quiso venir al mundo
👍❤️👏
¿Qué es lo que acabo de leer?, ¿quién quiso venir al mundo?, quiero decir, ¿se puede «venir» al mundo? Además, ¿es que alguien puede de verdad «elegir» venir?
Asumiendo que alguien pudiese, lo cual me resulta increíble -¿quién podría hacerlo?, ¿y quién sería ese alguien?, ¿Dios…?
Tantas cosas a la vez para esta pobre inteligencia… a veces me pregunto siquiera si se puede creer que Él exista. Pero bien… digamos que existe, ¿podría creer que Él hubiese venido aquí?, ¿a este mundo tan pobre, tan falible, tan -nada? Y todavía más difícil: creer que se hizo hombre, que se hizo carne, cuerpo, pielecita, bebé, lágrimas, frío y que cupo en las manos de una niña de un pequeño pueblo hebreo…
Necesitaría algo más que locura para creer algo así. No sé cómo explicarlo, no lo sé. Y aunque no sé cómo, digamos que por alguna razón acepto el hecho: ¿por qué nacer aquí?, ¿por qué querer venir?, ¿por qué visitar este mundo?, ¿por qué el deseo de ser uno de nosotros? Somos tan frágiles… hay tanto mal y tanto que no es como debería ser… ¿por qué fijarse en nosotros? Y se fijara en mí ese Dios, ¿por qué lo haría?
Sólo un don me haría capaz de recibir este misterio. No es ciencia. No es locura. No es teoría. No es del todo racional, ni del todo irracional. No es obscuridad absoluta, tampoco claridad total. Es sencillamente un regalo.
Creer que alguien me miró, se fijó en mí, sufrió por mí -porque me amó, es una verdad que se encarna en experiencia, es una verdad regalo que se puede acoger. Es una verdad que sacudiría mi corazón, hasta tal punto que me haría feliz.
Quiso venir Dios al mundo, quiso nacer aquí, quiso venir a mí.
Feliz nochebuena

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