«En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto.
El que se ama a sí mismo, se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna. El que quiere servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo honrará».
*Palabra del Señor.*
Meditación
El Señor nos tiene preparado un lugar de honor junto a Él en el cielo, pero solamente después de haber vencido la gran batalla de la vida. Despreciar los honores terrenales, implicará ganarse los honores celestiales, y viceversa...
Despreciando las cosas pasajeras, podremos ganar las cosas eternas...
Rechazando los placeres terrenales, ganaremos los placeres celestiales...
Señor, envía tu Espíritu Santo para concedernos los dones necesarios para llegar a agradarte, y nos regale la fuerza para vencer las dificultades de la vida...
Amén.
Feliz miércoles
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