Evangelio del día Sábado, 03 de Marzo de 2018...Todos los que cobraban impuestos para Roma,...Lucas 15,1-3.11-32

Evangelio:

"Todos los que cobraban impuestos para Roma, y otras gentes de mala fama, se acercaban a escuchar a Jesús. Y los fariseos y maestros de la ley le criticaban diciendo: “Este recibe a los pecadores y come con ellos”. Entonces Jesús les contó esta parábola: “Un hombre tenía dos hijos. El más joven le dijo: ‘Padre, dame la parte de la herencia que me corresponde’. Y el padre repartió los bienes entre ellos. Pocos días después, el hijo menor vendió su parte y se marchó lejos, a otro país, donde todo lo derrochó viviendo de manera desenfrenada. Cuando ya no le quedaba nada, vino sobre aquella tierra una época de hambre terrible y él comenzó a pasar necesidad.

La viña es de Dios y lo ha dejado al hombre para producirla...Mateo (21, 33-43.45-46)

La viña es de Dios y lo ha dejado al hombre para producirla y no para apropiarse de ella. Rechazar al dueño con la intención de hacerla crecer es imposible, porque Dios es su  viva esencia. Sin Dios solo puede prosperar el mal que busca la destrucción del hombre. La piedra angular es el Señor y en Él y sobre Él se construye todo. Los fariseos y los que se creían más que Dios han matado a Jesús, al hijo de Dios, lo han llevado a la muerte en cruz, porque no han interpretado su mensaje,

Evangelio del día Viernes, 02 de Marzo 2018...En aquel tiempo dijo Jesús: “Escuchad otra parábola:...

Gn 37,3-4.12-13a.17b-28/Mt 21,33-43.45-46

Evangelio:

"En aquel tiempo dijo Jesús: “Escuchad otra parábola: El dueño de una finca plantó una viña, le puso una cerca, construyó un lagar y levantó una torre para vigilarla. Luego la arrendó a unos labradores y se fue de viaje. Llegado el tiempo de la vendimia, mandó unos criados a recibir de los labradores la parte de la cosecha que le correspondía. Pero los labradores echaron mano a los criados: golpearon a uno, mataron a otro y a otro lo apedrearon.

Tener todo en la vida y aun en esa abundancia ser mezquino...Lucas 16, 19-31

Tener todo en la vida y aun en esa abundancia ser mezquino para con el hermano, es cerrar los ojos a su realidad de necesidad. En el Evangelio de hoy vemos que esa actitud conlleva un castigo, el abismo del fuego eterno, que se gana por ser egoísta y mezquino. Ignorar la necesidad del pobre, es no sólo dar la espalda a Dios, sino también perder la  oportunidad de salvación que Él nos concede. Cerremos sí los ojos al mal, al pecado que destruye y nos destina el alma al fuego eterno, pero no al que clama el pan. Dar para recibir es la clave.

Evangelio del día Jueves, 01 de Marzo... En aquel tiempo dijo Jesús:....Lucas 16,19-31

Jr 17,5-10/Lc 16,19-31

Evangelio:

"En aquel tiempo dijo Jesús: “Había una vez un hombre rico, que vestía ropas espléndidas y todos los días celebraba brillantes fiestas. Había también un mendigo llamado Lázaro, el cual, lleno de llagas, se sentaba en el suelo a la puerta del rico. Este mendigo deseaba llenar su estómago de lo que caía de la mesa del rico; y los perros se acercaban a lamerle las llagas. Un día murió el mendigo, y los ángeles lo llevaron junto a Abraham, al paraíso. Y el rico también murió, y lo enterraron.

Ganar el cielo es una meta difícil, pero no imposible..Mateo 20, 17-28.

Ganar el cielo es una meta dificil, pero no imposible, porque está al alcance de todos, basta cumplir lo que el Señor nos pide. Dios engrandece al hombre en la medida de su fe y entrega. Cuanto más se humille y ponga en práctica sus palabras, más cerca de su  corazón estará. Para ser considerado digno a los ojos de Dios, lo importante es servir y no ser servido, no pretender ser el primero, sino el último. Dios ama, valora y admira la fe, la humildad y la entrega del hombre. Pidamos a Él nos conceda la gracia de ser dignos de pertenecer a su familia y ser un fiel servidor de su reino. 

Feliz y bendecido día. 

Del Evangelio. Mateo 20, 17-28.

Evangelio del día Miércoles, 28 de Febrero de 2018...Yendo camino de Jerusalén llamó Jesús...Mt 20,17-28

Evangelio:

"Yendo camino de Jerusalén llamó Jesús aparte a sus doce discípulos y les dijo: “Como veis, ahora vamos a Jerusalén. Allí el Hijo del hombre será entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley; lo condenarán a muerte y lo entregarán a los extranjeros para que se burlen de él, le golpeen y lo crucifiquen; pero al tercer día resucitará”. La madre de los hijos de Zebedeo se acercó con ellos a Jesús, y se arrodilló para pedirle un favor. Jesús le preguntó: “¿Qué quieres?”. Ella le dijo: “Manda que estos dos hijos míos se sienten en tu reino uno a tu derecha y el otro a tu izquierda”. Jesús contestó: “No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa amarga que voy a beber yo?”.