En aquel tiempo, Jesús dijo: “¡Ay de ti, ciudad de Corozaín! ¡Ay de ti, ciudad de Betsaida! Porque si en las ciudades de Tiro y de Sidón se hubieran realizado los prodigios que se han hecho en ustedes, hace mucho tiempo que hubieran hecho penitencia, cubiertas de sayal y de ceniza. Por eso el día del juicio será menos severo para Tiro y Sidón que para ustedes. Y tú, Cafarnaúm, ¿crees que serás encumbrada hasta el cielo? No. Serás precipitada en el abismo”.
Luego, Jesús dijo a sus discípulos: “El que los escucha a ustedes, a mí me escucha; el que los rechaza a ustedes, a mí me rechaza y el que me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado”.
Palabra del Señor

.
Meditación
Hemos escuchado muchas historias de personas que andaban caminando por las calles como muertos en vida. Personas que gastaban sus días, sus horas en cosas que no valían la pena. Sin embargo un día, por alguna razón, experiencia o circunstancia, cambiaron; de la foto gris pasaron a color, de las lágrimas pasaron a las sonrisas… de la muerte pasaron a la vida. Cuando conocemos a alguien así, solemos decir “se convirtió”,