En aquel tiempo, los fariseos y los escribas le preguntaron a JesĂșs: “¿Por quĂ© los discĂpulos de Juan ayunan con frecuencia y hacen oraciĂłn, igual que los discĂpulos de los fariseos, y los tuyos, en cambio, comen y beben?”.
JesĂșs les contestĂł: “¿A caso pueden ustedes obligar a los invitados a una boda a que ayunen, mientras el esposo estĂĄ con ellos? VendrĂĄ un dĂa en que les quiten al esposo, y entonces sĂ ayunarĂĄn”.
Les dijo tambiĂ©n una parĂĄbola: “Nadie rompe un vestido nuevo para remendar uno viejo, porque echa a perder el nuevo, y al vestido viejo no le queda el remiendo del nuevo. Nadie echa vino
nuevo en odres viejos, porque el vino nuevo revienta los odres y entonces el vino se tira y los odres se echan a perder. El vino nuevo hay que echarlo en odres nuevos y asĂ se conservan el vino y los odres. Y nadie, acabando de beber un vino añejo, acepta uno nuevo, pues dice: ‘El añejo es mejor’”.
Palabra del Señor.
MeditaciĂłn
Hoy, Señor, me enseñas que lo importante de la oraciĂłn y el ayuno no es el hecho de realizarlos. Lo que cuenta es la actitud, el amor, el por quiĂ©n y por quĂ© lo hago. Los fariseos eran excelentes en materia de oraciĂłn y ayuno. Pocos los podĂan recriminar en cuanto a sus actos de piedad. Sin embargo hoy les enseñas que lo fundamental es el interior. Tal vez sĂłlo ayunaban y oraban porque era lo que pedĂa la ley, la costumbre del pueblo. QuizĂĄs lo hacĂan sĂłlo para aparentar santidad y ganarse el respeto.
Sin embargo, hoy me dejas una enseñanza que tambiĂ©n ilumina mi vida. ¿Por quĂ© oro, ayuno o me sacrifico? ¿Hay algo o alguien que de verdad me mueve a realizar estas acciones? ¿Soy consciente de que lo verdaderamente importante es que TĂș, el novio, estĂĄs conmigo?
Ya no basta rezar o ayunar porque asĂ me lo han enseñado, porque es parte de la rutina de mi dĂa o porque simplemente los demĂĄs tambiĂ©n lo hacen. Hoy me pides que viva estos actos sublimes con la conciencia de que es por ti y por amor a ti que los realizo. Entonces cambiarĂĄs en mĂ la experiencia de oraciĂłn y sacrificio. Me demostrarĂĄs lo diferente que es la vida cuando se vive contigo y para ti.
Son muchas las oportunidades que dĂa tras dĂa me concedes para ir depositando el vino de mi vida en odres nuevos, es decir, en acciones que valgan la pena porque fueron realizadas conscientemente por amor. No permitas, Señor, que riegue el vino de mi vida por la superficialidad, la ligereza o la inconstancia. ConcĂ©deme vivir siempre junto a ti para poder decir siempre que la vida contigo es la mejor que se puede vivir.
Amén..
Feliz viernes
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