jueves, 11 de abril de 2024

Del santo Evangelio según san Juan 3, 31-36

 Jueves II de Pascua.

El que viene de lo alto está por encima de todos; pero el que viene de la tierra pertenece a la tierra y habla de las cosas de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos. Da testimonio de lo que ha visto y oído, pero nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz. Aquel a quien Dios envió habla las palabras de Dios, porque Dios le ha concedido sin medida su Espíritu. El Padre ama a su Hijo y todo lo ha puesto en sus manos. El que cree en el Hijo tiene vida eterna. Pero el que es rebelde al Hijo no verá la vida, porque la cólera divina perdura en contra de él.
Palabra del Señor.
❤️
Meditación
Más de alguna vez en la historia de la humanidad, el hombre encontró dificultades al querer conocer, alcanzar o entender a Dios. ¿Quién de nosotros no ha sentido, de alguna u otra forma, esta incapacidad?
Por eso, cada vez que leemos el Evangelio es volvernos a poner en presencia del que ha venido de lo alto como testigo de la luz, como testigo de lo que la inteligencia y la voluntad del hombre nunca hubiesen podido comprender. Ha entrado, en la vida de cada uno de nosotros, el Testigo del Amor puro, a fin de que nosotros podamos imitar este acto de donación.
Gracias a este hecho, ahora podemos hablar el lenguaje del cielo y pensar según los criterios que echan sus raíces en un plano sobrenatural. El arte del servicio, de la fidelidad y de la entrega incondicional sin recibir nada a cambio sólo se vive con una mentalidad sobrenatural.
Nuestra meta es ser testigos del que se nos ha presentado como la Bondad, la Belleza y la Verdad…Jesucristo
❤️❤️
Amén

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