jueves, 12 de octubre de 2023

Del santo Evangelio según san Lucas 11, 5-13


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Supongan que alguno de ustedes tiene un amigo que viene a medianoche a decirle: ‘Préstame, por favor, tres panes, pues un amigo mío ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle’. Pero él le responde desde dentro: ‘No me molestes. No puedo levantarme a dártelos porque la puerta ya está cerrada y mis hijos y yo estamos acostados’. Si el otro sigue tocando, yo les aseguro que, aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo, por su molesta insistencia, sí se levantará y le dará cuanto necesite.
Así también les digo a ustedes: Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, toquen y se les abrirá. Porque quien pide, recibe; quien busca, encuentra, y al que toca, se le abre. ¿Habrá entre ustedes algún padre que, cuando su hijo le pida pescado, le dé una víbora? ¿O cuando le pide huevo, le dé un alacrán?
Pues, si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más el Padre celestial les dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan?».
Palabra del Señor.
❤️
Meditación
En el Evangelio de hoy podemos contemplar tres verbos muy importantes para tratar con Dios.
El primero es PEDIR. Jesús nos invita a pedir, a que salgamos de nosotros mismos, de nuestro orgullo y veamos que otros requieren nuestra ayuda y que necesitamos de las gracias que vienen de lo alto. Cuántas veces en nuestra vida cotidiana dudamos a la hora de pedir por respeto humano o porque vayan a creer que soy débil; pero para Dios el hecho de que verdaderamente necesitamos de su misericordia, y que sólo apoyados en sus manos seremos verdaderamente felices, es una señal de amor.
El segundo verbo es BUSCAR. Pensemos en las veces que creímos estar solos, que dijimos en nuestro interior «nadie puede entenderme, estoy solo»; pero en realidad jamás estamos solos, siempre está presente el Espíritu Santo, quien nos mueve a buscar la consolación en Dios Padre, a buscar la verdadera alegría que viene de saberse hijo en el Hijo.
El tercer verbo es LLAMAR. Estamos invitados a testimoniar con nuestros actos de la vida cotidiana que somos cristianos y que estamos llamados a ser evangelizadores y santificadores de nuestro entorno; a llamar con una voz fuerte, alegre y gozosa porque somos testigos de algo infinitamente grande, que es el amor de Dios.
Que el día de hoy podamos contemplar estos tres verbos en sintonía con María santísima, ella que es Reina de los Apóstoles y que nos acompaña siempre.
La Virgen del Pilar..Ruega por nosotros
❤️🌹
Amén

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