San Juan Crisóstomo
1Tm 1,1-2.12-14/Lc 6,39-42
Jesús les puso esta comparación: “¿Acaso puede un ciego servir de guía a otro ciego? ¿No caerán los dos en algún hoyo? El discípulo no es más que su maestro: sólo cuando termine su aprendizaje llegará a ser como su maestro. ¿Por qué miras la paja que tiene tu hermano en el ojo y no te fijas en el tronco que tú tienes en el tuyo? Y si no te das cuenta del tronco que tienes en tu ojo, ¿cómo te atreves a decirle a tu hermano: ‘Hermano, déjame sacarte la paja que tienes en el ojo’? ¡Hipócrita!, saca primero el tronco de tu ojo y así podrás ver bien para sacar la paja del ojo de tu hermano”.
Palabras del Señor
COMENTARIO.
Los primeros cristianos se llamaban iluminados porque habían recibido la luz de la fe. Jesús dijo que había venido al mundo como luz y que quien cree en Él no quedará en tinieblas. Cuando no vivimos desde la luz no podemos iluminar a nadie, no sabemos el camino, nos resulta difícil distinguir el bien y el mal. La fe que se nos regala se convierte en luz en el sendero, lámpara para los pasos. La Iglesia vive de esta luz y sale a compartirla para que ilumine muchas cegueras y desorientaciones. Esta propuesta cristiana luminosa reconoce al otro, sana heridas, construye puentes, estrecha lazos, se solidariza con todos y promueve el desarrollo de una sociedad más justa.
Oración ❤
Señor, regálame tu luz, para poder iluminar☀a los demás...Amén
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