lunes, 2 de septiembre de 2019

EVANGELIO DEL DÍA:❤2 de Septiembre de 2019

1Ts 4,13-18/Lc 4,16-30
Jesús fue a Nazaret, al pueblo donde se había criado. Un sábado entró en la sinagoga, como era su costumbre, y se puso en pie para leer las Escrituras. Le dieron a leer el libro del profeta Isaías, y al abrirlo encontró el lugar donde estaba escrito: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado para llevar la buena noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar libertad a los presos y a dar vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a anunciar el año favorable del Señor”. Luego Jesús cerró el libro, lo dio al ayudante de la sinagoga y se sentó. Todos los presentes le miraban atentamente. Él comenzó a hablar, diciendo: “Hoy mismo se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros”. Todos hablaban bien de Jesús y estaban admirados de la belleza de su palabra. Se preguntaban: “¿No es este el hijo de José?”. Jesús les respondió: “Seguramente me aplicaréis el refrán: ‘Médico, cúrate a ti mismo’, y me diréis: ‘Lo que oímos que hiciste en Cafarnaún, hazlo también aquí, en tu propia tierra’“. Y siguió diciendo: “Os aseguro que ningún profeta es bien recibido en su propia tierra. Verdaderamente había muchas viudas en Israel en tiempos del profeta Elías, cuando no llovió durante tres años y medio y hubo mucha hambre en todo el país. Sin embargo, Elías no fue enviado a ninguna de las viudas israelitas, sino a una de Sarepta, cerca de la ciudad de Sidón. También había en Israel muchos enfermos de lepra en tiempos del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue sanado, sino Naamán, que era de Siria”. Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se llenaron de ira. Se levantaron y echaron del pueblo a Jesús. Lo llevaron a lo alto del monte sobre el que se alzaba el pueblo, para arrojarle abajo. Pero Jesús pasó por en medio de ellos y se fue.
*Palabras del Señor *
COMENTARIO 
Contemplemos las contradicciones que acompaña la vida de Jesús. Los que inicialmente se admiraban de Él quieren echarle del pueblo por el testimonio de amor y verdad que da en la sinagoga. Ante la humanidad de Jesús, ante el Dios cercano, que se hace uno entre nosotros, podemos escandalizarnos o abrirnos para que siga cumpliendo la Buena Nueva con los pobres. Somos llamados a encontrarnos en el “hoy” de nuestras vidas con Jesús, que es el “hoy” de la salvación en la historia. Como discípulos misioneros pedimos la gracia de admirarnos “de la belleza de su palabra” y entrar en el discipulado de la escucha. Cada circunstancia, cada momento puede convertirse en ocasión de encontrarnos con nuestro Salvador.
*Oración *
Señor, yo no te rechazo, yo te recibo como el Señor y el Salvador de mi vida...Amén 🥰

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