miércoles, 8 de agosto de 2018

Evangelio del día Miércoles, 08 de Agosto de 2018


Santo Domingo de Guzmán
Jr 31,1-7
Mt 15,21-28
Evangelio:
Jesús pasó de allí a la región de Tiro y Sidón. Una mujer cananea que vivía en aquella tierra, se le acercó dando voces: “¡Señor, Hijo de David, ten compasión de mí! ¡Mi hija tiene un demonio!”. Jesús no contestó ni una palabra. Entonces los discípulos se acercaron a él y le rogaron: “Dile a esa mujer que se marche, porque viene dando voces detrás de nosotros”. Jesús les dijo: “Dios me ha enviado únicamente a las ovejas perdidas del pueblo de Israel”. Pero la mujer fue a arrodillarse delante de él y le pidió: “¡Señor, ayúdame!”. Él le contestó: “No está bien quitarles el pan a los hijos y dárselo a los perros”. “Sí, Señor -dijo ella-, pero hasta los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos”. Entonces le dijo Jesús: “¡Mujer, qué grande es tu fe! Hágase como quieres”. Desde aquel mismo momento, su hija quedó sanada.
*Palabras del Señor*
Comentario:
Jesús entra en territorio pagano y encuentra una mujer que suplica, grita e insiste pidiendo ayuda. Jesús pone a prueba la confianza de la cananea, probablemente para que sus discípulos puedan admirar la apertura de ese corazón pagano. Finalmente, se deja vencer por su humilde convicción y le concede lo que ella le pide. Además, la elogia, porque ella es capaz de ver más allá de sus palabras, aparentemente indiferentes, y confía plenamente en su misericordia. Ante la grandeza y la santidad del Señor no podemos más que sentirnos pequeños e indignos. Sin embargo, esa profunda humildad no disminuye el coraje de la confianza. Una fe llena de confianza cautiva a Jesús, quien no quiere resistirse ante los corazones que se abren a Él más allá de todo y a pesar de todo.
*Oración*
Señor, auméntanos la fe en tu infinita Misericordia...Amén

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