jueves, 16 de agosto de 2018

Jueves, 16 de Agosto de 2018


Ez 12,1-12
Mt 18,21-19,1
Evangelio:
Entonces Pedro fue y preguntó a Jesús: “Señor, ¿cuántas veces he de perdonar a mi hermano, si me ofende? ¿Hasta siete?”. Jesús le contestó: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por eso, el reino de los cielos se puede comparar a un rey que quiso hacer cuentas con sus funcionarios. Había comenzado a hacerlas, cuando le llevaron a uno que le debía muchos millones. Como aquel funcionario no tenía con qué pagar, el rey ordenó que lo vendieran como esclavo, junto con su esposa, sus hijos y todo lo que tenía, a fin de saldar la deuda. El funcionario cayó de rodillas delante del rey, rogándole: ‘Señor, ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo.’ El rey tuvo compasión de él, le perdonó la deuda y lo dejó ir en libertad. Pero al salir, aquel funcionario se encontró con un compañero que le debía una pequeña cantidad. Lo agarró del cuello y lo ahogaba, diciendo: ‘¡Págame lo que me debes!’ El compañero se echó a sus pies, rogándole: ‘Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo.’ Pero el otro no quiso, sino que le hizo meter en la cárcel hasta que pagara la deuda. Esto disgustó mucho a los demás compañeros, que fueron a contar al rey todo lo sucedido. El rey entonces le mandó llamar y le dijo: ‘¡Malvado!, yo te perdoné toda aquella deuda porque me lo rogaste. Pues también tú debiste tener compasión de tu compañero, del mismo modo que yo tuve compasión de ti.’ Tanto se indignó el rey, que ordenó castigarle hasta que pagara toda la deuda”. Jesús añadió: “Esto mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si cada uno no perdona de corazón a su hermano”. Después de haber dicho estas cosas, Jesús se marchó de Galilea y llegó a la región de Judea que está al oriente del Jordán.
*Palabras del Señor*
Comentario:
El perdón podrá llegar más temprano o más tarde, pero necesitamos aceptar que algún día deberá llegar. Jesús sabe que es bueno y sano para nosotros, y que es posible con la fuerza de su gracia. Por eso, al menos tenemos que pedir la gracia de desearlo, el don de anhelar esa liberación interior. Todos hemos sido perdonados por Dios, y también los demás han tenido que perdonarnos algunas actitudes. Quien nos hizo daño es una pobre criatura, débil, imperfecta, llena de sufrimientos interiores. Podemos detestar lo que ha hecho, pero comprender su debilidad y perdonar. Jesús indica que el perdón no es algo ocasional o esporádico, sino permanente. “Setenta veces siete” quiere decir siempre, todas las veces que sea necesario, porque Dios mismo perdona siempre y siempre nos da una nueva oportunidad.
*Oración🙏🏼*
Señor, gracias por perdonarnos siempre y danos la fuerza para hacer lo mismo con el prójimo...Amén

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