domingo, 2 de septiembre de 2018

Evangelio del día Domingo, 02 de Septiembre de 2018


Dt 4,1-2.6-8
St 1,17-18.21b-22.27
Mc 7,1-8.14-15.21-23
Evangelio:
Se acercaron los fariseos a Jesús, junto con unos maestros de la ley que habían llegado de Jerusalén. Y al ver que algunos discípulos de Jesús comían con las manos impuras, es decir, sin haber cumplido con el rito de lavárselas, los criticaron. (Porque los fariseos -y todos los judíos- siguen la tradición de sus antepasados de no comer sin antes lavarse cuidadosamente las manos. Y al volver del mercado, no comen sin antes cumplir con el rito de lavarse. Y aún tienen otras muchas costumbres, como lavar los vasos, los jarros, las vasijas de metal y las camas.) Por eso, los fariseos y los maestros de la ley preguntaron a Jesús: “¿Por qué tus discípulos no siguen la tradición de nuestros antepasados? ¿Por qué comen con las manos impuras?” Jesús les contestó: “Bien habló el profeta Isaías de lo hipócritas que sois, cuando escribió: ‘Este pueblo me honra de labios afuera, pero su corazón está lejos de mí. De nada sirve que me rinda culto, pues sus enseñanzas son mandatos de hombres’. Porque vosotros os apartáis del mandato de Dios para seguir las tradiciones de los hombres”. Luego Jesús llamó a la gente y dijo: “Escuchadme todos y entended: Nada de lo que entra de fuera puede hacer impuro al hombre. Lo que sale del corazón del hombre es lo que le hace impuro. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los asesinatos, los adulterios, la codicia, las maldades, el engaño, los vicios, la envidia, los chismes, el orgullo y la falta de juicio. Todas estas cosas malas salen de dentro y hacen impuro al hombre”.
*Palabras del Señor*
Comentario:
Los fariseos defendían la Ley de Dios y le habían agregado muchísimas prácticas y normas que hacían la vida muy complicada. Así terminaban olvidándose de lo esencial. Jesús los llamaba “hipócritas”. Algunos espiaban y controlaban a los demás para ver si cumplían o no esas tradiciones. Posiblemente tú mismo te complicas porque te obligas a muchas cosas que no son indispensables. ¿No será el momento de simplificar tu vida?. Porque el mal del ser humano no procede de cosas externas. Lo malo está adentro, en el corazón, en las intenciones ocultas. No culpemos tanto a lo que está fuera de nosotros. Mejor preguntémonos qué hay dentro de nosotros que debe ser sanado.
Oración:🙏🏼 
Señor Jesús, dame un corazón bueno, libera mi interior con tu gracia.
Acción: 💪🏻
Trata de “lavar” lo que hay “impuro” en ti."
Feliz domingo

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