martes, 18 de septiembre de 2018

Evangelio del día Martes, 18 de Septiembre de 2018


1Co 12,12-14.27-31a
Lc 7,11-17
Evangelio:
Después de esto se dirigió Jesús a un pueblo llamado Naín. Iba acompañado de sus discípulos y de mucha otra gente. Al acercarse al pueblo vio que llevaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda. Mucha gente del pueblo la acompañaba. Al verla, el Señor tuvo compasión de ella y le dijo: “No llores”. En seguida se acercó y tocó la camilla, y los que la llevaban se detuvieron. Jesús dijo al muerto: “Muchacho, a ti te digo, ¡levántate!”. Entonces el muerto se sentó y comenzó a hablar, y Jesús se lo entregó a la madre. Al ver esto, todos tuvieron miedo y comenzaron a alabar a Dios diciendo: “Un gran profeta ha aparecido entre nosotros”. También decían: “Dios ha venido a ayudar a su pueblo”. Y por toda Judea y sus alrededores corrió la noticia de lo que había hecho Jesús.

*Palabras del Señor

Comentario:
En la época de Jesús, las viudas quedaban muy desamparadas, no había leyes que las protegieran. Muchas terminaban viviendo en una pobreza total. La viuda que nos presenta esta página del Evangelio estaba en una situación todavía peor, porque llevaba a enterrar a su hijo único, al único que le quedaba en la vida. Ella representa todo lo que puede sufrir un ser humano, el dolor más duro, la angustia más honda de quien se queda sin seguridades y no tiene dónde apoyarse. No podemos estar peor que ella. Pero allí se hace presente Jesús, que tiene compasión. El prodigio no sólo manifiesta su poder. Ante todo, muestra que Jesús es la presencia bondadosa y liberadora de Dios en medio de su pueblo: “Dios ha venido” y quiere estar con su pueblo sufriente.
*Oración🙏🏼*
Señor, gracias por sentir una verdadera compasión por todos los pecadores, y has bajado del cielo para conducirnos nuevamente al Padre Celestial...Amén

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