viernes, 11 de enero de 2019

EVANGELIO DEL DÍA: 11 de Enero de 2019


1Jn 5,5-13
Lc 5,12-16
Un día estaba Jesús en un pueblo donde había un hombre enfermo de lepra. Al ver a Jesús se inclinó hasta el suelo y le rogó: “Señor, si quieres, puedes limpiarme de mi enferme­dad”. Jesús lo tocó con la mano, diciendo: “Quiero. ¡Queda limpio!”. Al momento se le quitó la lepra al enfermo, y Jesús le ordenó: “No lo digas a nadie. Solamente ve, preséntate al sacerdo­te y lleva por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que todos sepan que ya estás limpio de tu enfermedad”. Sin embargo, la fama de Jesús se extendía cada vez más, y mucha gente se juntaba para oírle y para que sanase sus enfermedades. Pero Jesús se retiraba a orar a lugares apartados.

*Palabras del Señor

COMENTARIO

¡Qué fe la del leproso! Se inclinó hasta el suelo, es decir, en la humildad más absoluta y con el convencimiento de que Jesús le podía curar. Se acerca a Jesús un hombre descartado de su pueblo, que ni puede vivir con los suyos, ni puede relacionarse con nadie, que ha de estar fuera, al margen, sin poder acercarse a nadie. Pero se acerca a Jesús y le dice esas palabras de fe y confianza: “Señor, si quieres, puedes limpiarme”. Cuando nos acercamos a Jesús con fe absoluta en Él, nunca quedamos defraudados, siempre tenemos respuesta y siempre es salvadora y sanadora: “Quiero, ¡queda limpio!”. Jesús nos reintegra en la comunidad, nos regala el encuentro con los hermanos y hermanas. ¿Qué regalas tú como discípulo del Señor?
*Oración 🙏🏻*
Señor, saname de la peor lepra, que es el pecado....AMÉN

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