Lunes, 27 de Noviembre
Dn 1,1-6.8-20
Lc 21,1-4
Evangelio:
Jesús estaba viendo cómo los ricos echaban dinero en las arcas de las ofrendas, y vio también a una viuda pobre que echaba dos monedas de cobre. Entonces dijo: “Verdaderamente os digo que esta viuda pobre ha dado más que nadie, pues todos dan sus ofrendas de lo que les sobra, pero ella, en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para su sustento”.
Palabras del Señor
Meditemos
Todo el Evangelio puede leerse desde la clave del vacío: Dios llega donde hay vacío de uno mismo. El ejemplo más insigne de este vacío u olvido de sí en los evangelios es la figura de la Virgen María. Dios la escoge como tabernáculo para su Hijo por su humildad, es decir, por su vaciamiento de sí. Por eso, precisamente, Ella es la llena de gracia. En el episodio de la pobre viuda es esta generosa viejecita quien se vacía de todo lo que tiene y, por eso, recibe el elogio del Maestro, quien la pone como modelo o referente.
Oración
Padre celestial en el nombre de Jesús te pedimos danos la fuerza para vaciarnos de las cosas mundanas y llenarnos de las cosas Divinas...Amén.
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