lunes, 21 de mayo de 2018

Evangelio del día Lunes, 21 de Mayo de 2018


St 3,13-18
Mc 9,14-29
Evangelio:
"Cuando regresaron a donde estaban los discípulos, los encontraron rodeados de una gran multitud, y algunos maestros de la ley discutían con ellos. Al ver a Jesús, todos corrieron a saludarle llenos de admiración. Él les preguntó: “¿Qué estáis discutiendo con ellos?”. Uno de los presentes contestó: “Maestro, te he traído aquí a mi hijo, porque tiene un espíritu que le ha dejado mudo. Dondequiera que se encuentre, el espíritu se apodera de él y lo arroja al suelo; entonces echa espuma por la boca, le rechinan los dientes y se queda rígido. He pedido a tus discípulos que expulsen ese espíritu, pero no han podido. Jesús contestó: “¡Oh, gente sin fe!, ¿hasta cuándo habré de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo habré de soportaros? ¡Traedme aquí al muchacho!”. Entonces llevaron al muchacho ante Jesús. Pero en cuanto el espíritu vio a Jesús, hizo que le diera un ataque al muchacho, que cayó al suelo revolcándose y echando espuma por la boca. Jesús preguntó al padre: “¿Desde cuándo le pasa esto?”. “Desde niño -contestó el padre-. Y muchas veces ese espíritu lo ha arrojado al fuego y al agua, para matarlo. Así que, si puedes hacer algo, ten compasión de nosotros y ayúdanos”. Jesús le dijo: “¿Cómo que ‘si puedes’? ¡Para el que cree, todo es posible!”. Entonces el padre del muchacho gritó: “Yo creo. ¡Ayúdame a creer más!”. Al ver Jesús que se estaba reuniendo mucha gente, reprendió al espíritu impuro diciéndole: “Espíritu mudo y sordo, te ordeno que salgas de este muchacho y no vuelvas a entrar en él”. El espíritu gritó e hizo que al muchacho le diera otro ataque. Luego salió de él dejándolo como muerto, de modo que muchos decían que, en efecto, estaba muerto. Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó; y el muchacho se puso en pie. Luego Jesús entró en una casa, y sus discípulos le preguntaron aparte: “¿Por qué nosotros no pudimos expulsar ese espíritu?”. Jesús les contestó: “A esta clase de demonios solamente se la puede expulsar por medio de la oración”."

*Palabras del Señor

Comentario:

"Presentaron a Jesús a un muchacho que estaba mudo por una causa interior, por fuerzas del mal que lo dañaban. Era una dificultad para comunicarse, y ese encierro en sí mismo le llevaba a rechazar su propia vida: “lo ha arrojado al fuego y al agua, para matarlo”. Jesús es capaz de incorporar a una persona así a la vida pública y a la convivencia. El padre del niño dijo a Jesús: “si puedes”; y Jesús reaccionó con fuerza: “¿cómo que ‘si puedes’?”. Para experimentar el poder de Dios tenemos que permitirle que él despierte una confianza firme, sin vacilaciones. Y, si reconocemos que nuestra confianza es débil e insegura, al menos cabe decir: “Ayúdame Señor, para que mi fe sea más sólida, para que mi corazón sepa afirmarse en ti con toda confianza”."
feliz lunes 

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