martes, 1 de mayo de 2018

La paz que Jesús nos deja, es la paz verdadera...

La paz que Jesús nos deja, es la paz verdadera que anhelamos los cristianos, fruto de la unidad, del amor, del esfuerzo cotidiano y sobre todo de la Fe que el Señor sembró en nuestro corazón. Manteniendo estas virtudes y más aún, manteniéndonos unidos a Dios; el mal, el príncipe del mundo no tendrá cabida en nuestro corazón, porque en nuestro ser habita el bien, en él Dios hizo su morada para vivir siempre. Él está en nosotros y nosotros en Él. Él es la luz de nuestra vida, que debe permanecer encendida y el que debemos sí, cuidar siempre para que jamás se apague. Para ello, acudamos a todos los medios posibles que nos ayuden a mantener encendida la Fe:
La oración, participar en misas y sobre todo, recibir la Eucaristía, nuestro principal alimento. 

Feliz y bendecido Día. Del Evangelio.

Juan 14, 27-31. 

Aprovecho la ocasión para expresar a todos mis sinceros deseos. 

¡¡¡Muchas Felicidades por el día del Obrero!!

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