Nacer de nuevo nos pide Jesús, cambiar de vida, renovarnos completamente a través de una conversión sincera y no vivir de remiendos para acallar la conciencia. El ir por ir a la Iglesia no justifica nuestra mala acción, pretendiendo ser buenos, pero también coqueteando con el mismo diablo.
Seguir a Dios implica decisiones firmes, tomar el arado de la vida sin mirar hacia atrás, avanzando hacia la meta que Él nos señala. No podemos vivir siempre justificando las caídas y el pecado que cometemos. El Señor nos pide cambio y no remiendos. Dios nos ayude a alcanzar el cielo soñado y no caer en el error de ajustar nuestra vida a la medida de una débil voluntad de seguirlo. Feliz y bendecido día. Del Evangelio. Mateo 9, 14-17.
No hay comentarios:
Publicar un comentario