Una etapa triste de la vida, el egoísmo enceguecido de un hombre (herodes) que siendo rey y creyendo que el niño Jesús lo destronaría de su reinado, mandó matar a todos los niños de hasta dos años. La crueldad no tiene limites cuando las personas se aferran al poder, pero Dios, que conoce el pensamiento del hombre, lo libra de la muerte a Jesús a través del Ángel que en sueños se comunicó con José, enviándo al niño a Egipto.
Éste hecho demuestra, que Dios también proteje a los que en Él confian y tienen fe en sus palabras. Pidamos a Dios, que el poder jamas cegue al hombre, ni genere ningún mal que destruya los sueños y anhelos de las personas y familias, sino mas bien los ayude en su crecimiento personal y en su formacion humana.
Feliz y bendecido día.
Del Evangelio. Mateo 2, 13-18.
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