domingo, 29 de julio de 2018

Evangelio del día Domingo, 29 de Julio de 2018


2Re 4,42-44
Ef 4,1-6/Jn 6,1-15
Evangelio:
Después de esto, Jesús se fue a la otra orilla del lago de Galilea (también llamado de Tiberias). Mucha gente le seguía porque había visto las señales milagrosas que hacía sanando a los enfermos. Jesús subió a un monte y se sentó con sus discípulos. Ya estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Al levantar la vista y ver la mucha gente que le seguía, Jesús dijo a Felipe: “¿Dónde vamos a comprar comida para toda esta gente?” Pero lo dijo por ver qué contestaría Felipe, porque Jesús mismo sabía bien lo que había de hacer. Felipe le respondió: “Ni siquiera doscientos denarios de pan bastarían para que cada uno recibiese un poco”. Entonces otro de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: “Aquí hay un niño que tiene cinco panes de cebada y dos peces, pero ¿qué es esto para tanta gente?” Jesús respondió: “Haced que todos se sienten”. Había mucha hierba en aquel lugar, y se sentaron. Eran unos cinco mil hombres. Jesús tomó en sus manos los panes, y después de dar gracias a Dios los repartió entre los que estaban sentados. Hizo lo mismo con los peces, dándoles todo lo que querían. Cuando estuvieron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos: “Recoged los trozos sobrantes, para que no se desperdicie nada”. Ellos los recogieron, y llenaron doce canastas con los trozos que habían sobrado de los cinco panes de cebada. La gente, al ver esta señal milagrosa hecha por Jesús, decía: “Verdaderamente éste es el profeta que había de venir al mundo”. Pero como Jesús se dio cuenta de que querían llevárselo a la fuerza para hacerle rey, se retiró otra vez a lo alto del monte, para estar solo.
*Palabras del Señor*
Comentario:
Jesús estimula a sus discípulos para que sean pastores sensibles y generosos. Entonces les pregunta: “¿Dónde vamos a comprar comida para toda esta gente?”. Un niño ofrece sus cinco panes a través de los apóstoles, y esa generosidad es suficiente para que Jesús pueda hacer el prodigio. ¡Qué hermoso es saber con la certeza del corazón que cuando nos entregamos y ofrecemos lo poco que tenemos, Dios no deja de hacer su obra! Cuando nos cansan el egoísmo y la indiferencia, Dios nos invita a ofrecernos. Él quiso necesitar nuestros pequeños panes, nuestro tiempo, nuestro afecto. Porque quiso actuar en nuestra historia a través de instrumentos humanos ¿Cuáles son tus panes? ¿Cuáles son esos pequeños dones tuyos para que otros sean más felices, para que Jesús haga un nuevo milagro?
Oración🙏🏼
Señor, dame un corazón generoso, de manera que haya pan y alegría para todos.
Acción: Sé generoso. Comparte los dones de Dios con los demás."
Feliz domingo

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