martes, 10 de julio de 2018

Evangelio del día Martes, 10 de Julio de 2018


Os 8,4-7.11-13
Mt 9,32-38
Evangelio:
Mientras los ciegos salían, algunas personas trajeron a Jesús un mudo que estaba endemoniado. Jesús expulsó al demonio, y en seguida el mudo comenzó a hablar. La gente, asombrada, decía: “¡Nunca se ha visto cosa igual en Israel!”. Pero los fariseos decían: “El propio jefe de los demonios es quien ha dado a este el poder de expulsarlos”. Jesús recorría todos los pueblos y aldeas enseñando en las sinagogas de cada lugar. Anunciaba la buena noticia del reino y curaba toda clase de enfermedades y dolencias. Viendo a la gente, sentía compasión, porque estaban angustiados y desvalidos como ovejas que no tienen pastor. Dijo entonces a sus discípulos: “Ciertamente la mies es mucha, pero los obreros son pocos. Por eso, pedid al Dueño de la mies que mande obreros a recogerla”.
*Palabras del Señor*
Comentario:
Contemplemos a Jesús en este texto. Él devuelve la voz al mudo, y así le permite volver a comunicarse. Luego no se queda esperando que vengan a pedirle ayuda, sino que sale, para volverse disponible en los rincones más olvidados y escondidos de su tierra. Enseña y cura por todas partes. Además, vemos que lo hace movido por una pasión interior: “sentía compasión”, percibía la angustia y dejaba que le doliera el corazón. ¡Ese es nuestro Señor! Al final Jesús explica que hacen falta “obreros” de Dios, personas dispuestas a dejarse llevar por Él para ayudar a la gente. Eso nos muestra que a veces no es que Dios no quiera ayudar a quien sufre, sino que algunos instrumentos humanos no están cumpliendo con su misión.
*Oración🙏🏼*
Señor, ten compasión de mí, así también yo podré tener compasión de los demás.....Amén

No hay comentarios:

Publicar un comentario