miércoles, 2 de agosto de 2017

15 Consejos para vivir en armonía familiar

1. Disfruten de la compañía de cada uno

Lo importante de la convivencia familiar es el respeto mutuo y el disfrute de la compañía de cada uno. Puede que debido al trabajo de los padres y al estudio de los hijos, la atmósfera del hogar esté llena de estrés y preocupaciones, que impida el tiempo en familia y el estrechar lazos. Por eso es muy importante que todos dejen de lado los problemas laborales y de estudio cada vez que lleguen a casa y piensen en buscar un tiempo del día para juntarse y disfrutar de un momento familiar.

2.  Compartan historias

La familia no debería permitir que cada uno de los miembros, luego de llegar a casa, se encierre en su cuarto o se quede frente a la computadora por horas. Por el contrario, cuando regresen del trabajo o de los estudios y se reúnan, traten de hablar e interesarse por lo que hizo el otro durante el día. Los padres deben poner primero a los hijos, dejar todo por un momento e interesarse en lo que les pasó en el día, o en todo caso, tener alguna historia para compartir con ellos. Lo mismo debe ocurrir entre hermanos, si comparten experiencias, secretos y anécdotas desde muy jóvenes, esto hará que los lazos fraternos se fortalezcan. De modo que llegar a casa sea algo que todos ansíen y no algo aburrido y rutinario, por lo que prefieran estar con otras personas.

3. Pongan primero el matrimonio

Debido a la rutina y las responsabilidades del día a día, los padres llegan a descuidar su matrimonio y esto puede originar que el amor se enfríe y eventualmente ya no sientan que son pareja. Es por ello que la relación del matrimonio debe ser una prioridad, de esta manera fortalecerán su unión como pareja y al mismo tiempo serán un ejemplo de amor para sus hijos. Por el contrario, si el soporte emocional no está puesto en la pareja misma, sino en los menores de la casa, se les dará una carga que no están preparados para manejar y cuando en el futuro ya no vivan con los padres, la relación de pareja no tendrá razón de ser.

4. Compartan las comidas

La hora de la comida es el momento ideal para compartir en familia, ya que todos se toman un descanso en sus actividades diarias. Por lo menos, como familia deben compartir cuatro almuerzos a la semana, sobre todo los fines de semana que deberían ser aprovechados para salir de casa y compartir un almuerzo familiar en su restaurante favorito o en el lugar donde siempre hayan querido ir. Asimismo, durante el desayuno, almuerzo o cena que compartan juntos, eviten distracciones como ver televisión mientras comen o entretener a sus hijos, si son pequeños, con juguetes. Concéntrense en el momento que están pasando juntos y aprovéchenlo al máximo.

5. Jueguen juntos

Si se tiene hijos pequeños, organicen actividades diarias, de manera que todos se diviertan y construyan buenos momentos y recuerdos. Esto incluye juegos dentro y fuera de la vivienda, ya sea en el parque, en algún paseo de fin de semana o simplemente en el jardín. Si los hijos son mayores, adapten las actividades conforme a sus edades, puede ser pequeños viajes o juegos para más grandes. Cualquier sea la actividad recreacional que elijan, eviten perder la costumbre porque momentos como estos nunca se van a volver a repetir.

6. La familia es primero

Este lema se irá fortaleciendo con el tiempo. En toda familia debe existir reglas, pero también debe existir momentos de diversión, en dónde se compartan experiencias y se formen buenos recuerdos. Asimismo, se debe enseñar que la familia siempre estará para apoyar a cada uno cuando más lo necesite y que siempre habrá confianza entre ustedes. Con el tiempo esto formará un sentimiento de comunidad familiar que todos considerarán prioritaria, incluso luego de que cada uno tome su camino. De lo contrario, si la familia solo tiene reglas y no fomentan un ambiente de comprensión y entendimiento, los miembros de la familia, en especial los hijos buscaran apoyo y comprensión en otra parte.

7. Limiten las actividades extracurriculares de sus hijos

En la actualidad, los padres recargan mucho a sus hijos con actividades extracurriculares en el colegio. Estas actividades son utilizadas como un recurso debido a las constantes horas de trabajo y labores domésticas que los padres tienen que realizar y eso impide que puedan cuidar de ellos. Por lo tanto la madre o el padre se vuelve un chofer que solo recuerda obligaciones. Esto no solo aumenta el estrés en todos los miembros de la familia sino también reduce poco a poco el tiempo que pasan juntos. Para evitarlo, se recomienda optar por participar en actividades extracurriculares en familia. Utilicen el tiempo que les toma llevar y recoger a sus hijos del colegio y empleenlo, por ejemplo, para ir juntos a montar bicicleta o aprender a tocar algún instrumento.

8. Construyan rituales familiares

Estos pueden ser rituales religiosos, patrióticos o simplemente de cada familia. Si son agradables para cada uno, como por ejemplo tener una noche de cine, salir a pasear los domingos, o ir de viaje durante un feriado en particular, con el tiempo se volverán gratos recuerdos y serán respetados por todos los miembros de la familia. Estos rituales no deben ser rígidos ni obligatorios, pues lo único que producirá es que lo vean como un mal momento que tienen que pasar con la familia y no como una experiencia que los unirá.

9. Bajen la voz

Es importante que en el hogar exista una atmósfera tranquila. El constante estrés de los padres hace que ante cualquier error o travesura de los hijos, pierdan el control y la paciencia, y  lo único que hagan sea gritar. Esta actitud ocasionará que los hijos teman a sus padres y no tengan la confianza suficiente para contarles cualquier cosa que les ocurra, sea buena o mala. Si tienen que dar un castigo o reprimenda a sus hijos, háganlo de manera calmada y razonable, y no recurran a los gritos o alteraciones. Recuerden, todos cometemos errores y la vida es muy corta como para enojarse por pequeñeces.

10. Nunca griten enfrente de los hijos

En la vida familiar es frecuente que se den discusiones entre la pareja, estas pueden ser sobre cosas insignificantes que ocurren en el momento o sobre temas que pueden destruir el núcleo familiar. Cualquier sea la razón de la discusión, eviten hacerlo frente a los hijos. Si tienen alguna diferencia o problema que estén pasando en ese momento, traten de calmarse y busquen una solución como pareja. Recuerden, discutir frente a los hijos genera en ellos una incertidumbre e inseguridad. Si llega a ocurrir esto, detengan la discusión y explíquenles que, como cualquier familia, papa y mamá tienen problemas pero que tratarán de resolverlos.

11. No trabajen demasiado

Si todo en la vida familiar se compone de obligaciones y trabajo, esta se vuelve aburrida y tediosa. Además, si los padres están fuera de casa todo el tiempo, los hijos pensarán que no son importantes y no les interesará pasar tiempo en familia porque no están acostumbrados a hacerlo. Por eso es importante equilibrar el trabajo con la vida familiar. Por ejemplo, si tienen horarios de trabajo fijos y previsibles, es conveniente aprovechar las horas de ocio con los hijos al máximo o establecer una rutina para que ellos hagan su tarea, coman y se bañen a la misma hora. La repetición les da seguridad y les permite a ustedes maximizar los horarios después del trabajo.

12. Que la vida entre hermanos sea lo mejor posible

Si los hermanos tienen una buena relación, todo se vuelve mucho mejor para ellos y para los padres. Es preciso que los padres fomenten una buena relación fraternal. Si bien sabemos que no todo va ser felicidad entre ellos y que en algún momento se pelearán y tendrán conflictos, como padres deben alimentar la buena relación entre hermanos para que se lleven bien desde niños, etapa en la que se crean profundos lazos de unión. Nunca pongan a un hermano en contra otro y menos hagan comparaciones, esto originará rencor entre ellos que eventualmente puede convertirse en odio.

13. Tengan bromas internas

Una de las señales de una buena relación familiar es tener bromas internas que solo los miembros de la familia comprendan y puedan compartir. Es un signo de buena salud familiar, cuando los padres y los hijos pueden contar una y otra vez diversas historias o anécdotas que pasaron juntos. Por eso mantengan vivos los momentos familiares repitiéndolos y riéndose de ellos. Esto proporciona una conexión compartida y recuerda a todos los miembros de la familia que a pesar de las desavenencias, se quieren y se respetan los unos a los otros.

14. Sean flexibles

Aunque sea más fácil decirlo que hacerlo, debemos reconocer que las familias cambian a lo largo del tiempo. Ya sea porque aumentan los miembros de la familia, alguno de los hijos alza vuelo y se independiza, o tienen que empezar de nuevo en otro lugar; esto sin contar también los inevitables cambios de los hijos por la edad, entre otros. Cualquier sea el caso, como familia traten de adaptarse y recordar que, sin importar los cambios, siempre formarán parte de ella.

15. En el futuro, siempre mantengan el contacto

Muchas veces, cuando la familia crece y cada uno toma su camino, la comunicación se vuelve más difícil. Sin embargo, si la familia siempre ha sido unida y todos tienen confianza entre sí, la comunicación entre los miembros siempre se mantendrá aunque ya no vivan bajo el mismo techo.

Esperamos que estos consejos te sirvan para mejorar la convivencia familiar. De esta manera todos los miembros de ella crecerán juntos en armonía y tendrán una mejor vida.

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