El ejemplo hermoso del Señor en el Evangelio de hoy, los Niños. Ellos no tienen maldad, no guardan rencor, ni se llenan de prejuicios, saben hacer amigos muy pronto, son obedientes a sus padres, siempre llenos de ternura y alegría, son los que llevan en el alma la pureza mas preciada. El Reino de los cielos pertenece a los que son como ellos.
Los padres tenemos ante los niños, un gran compromiso, el de educarlos y formarlos para la vida, dándoles ejemplos de bien, haciéndoles sentir que son amados, cuidando en todo tiempo su salud, protegiendo su integridad ante los peligros y sobre todo, con ejemplos, hacerles conocer a Dios. Que el Señor los bendiga siempre y nos dé a nosotros, sus padres, la capacidad de educarlos y formarlos con amor y dedicación plena. El Señor interceda por los que sufren el olvido de sus progenitores, por los que pasan hambre y duermen tristemente en las veredas. Que dé a los gobernantes, la capacidad de asumir su compromiso de cuidarlos y no abandonarlos a su suerte. Feliz y bendecido día. Del Evangelio. Mateo 19, 13-15.
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