Es evidente que la fe es el factor esencial para el logro de grandes cosas, Pedro lo experimentó al caminar sobre el agua, pero la duda finalmente lo vuelca al temor y casi se hunde, pero Cristo le tiende su mano para salvarlo. Necesitamos de Dios en la vida y aunque digamos tener fe, dudamos siempre y es ahí donde nos asalta el temor, como a Pedro, pero la mano de Dios esta ahí para ayudarnos. Hay veces que caminamos por terrenos de dificultad en la vida, entre olas y vientos fuertes, problemas, situaciones y dificultades que queremos y debemos superar, pero nuestras fuerzas no son suficientes, sólo con la ayuda de Dios podemos. Nuestra fragilidad y temor se deben a una fe muy pequeña, insuficiente para superar las tormentas de la vida, somos frágiles y eso quizás se deba a que no hemos alimentado suficientemente con oraciones, sacrificios y ayunos nuestra fe. Digamos siempre en oración, Creo en ti Señor, pero aumenta mi fe. Feliz y bendecido día. Del Evangelio. Mateo 14, 22-36.
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