Jueves, 11 de Enero de 2018
1Sa 4,1-11/Mc 1,40-45
Evangelio:
"Un hombre enfermo de lepra se acercó a Jesús, y poniéndose de rodillas le dijo: “Si quieres, puedes limpiarme de mi enfermedad”. Jesús tuvo compasión de él, le tocó con la mano y dijo: “Quiero. ¡Queda limpio!”. Al momento se le quitó la lepra y quedó limpio. Jesús lo despidió en seguida, recomendándole mucho: “Mira, no se lo digas a nadie. Pero ve, preséntate al sacerdote y lleva por tu purificación la ofrenda ordenada por Moisés; así sabrán todos que ya estás limpio de tu enfermedad”.
Sin embargo, en cuanto se fue, comenzó a contar a todos lo que había pasado. Por eso, Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo, sino que se quedaba fuera, en lugares donde no había nadie; pero de todas partes acudían a verle."
Palabras del Señor
Comentario:
¡Cuánta convicción en las palabras del leproso! Le dice a Jesús: “si quieres, puedes curarme”. No hay ni una sombra de duda sobre el poder de Jesús. Ojalá tengamos esa misma actitud cuando nos acercamos a suplicar su auxilio en medio de nuestras dificultades. No le ordenamos que haga exactamente lo que le pedimos, pero con la fe sabemos que seguramente nos dará su ayuda. Aquí Jesús pide que su prodigio se mantenga en secreto porque no quiere que lo vean como una especie de brujo o curandero más, sino que se abran a su Palabra y lo acepten como el Mesías que viene a salvarnos. De cualquier manera, al pueblo sencillo no se le escapa el bien que Jesús derrama por todas partes, y lo busca con fe. Busquémosle con la misma sencillez.
Oración🙏🏼
Señor Jesús, límpiame de la peor lepra..que es el pecado y purifícame con tu sangre preciosa...Amén...
Feliz jueves
No hay comentarios:
Publicar un comentario