lunes, 29 de enero de 2018

Evangelio del día Lunes 29 de Enero...Llegaron a la otra orilla del lago, a la tierra de Gerasa.....Mc 5,1-20

"2Sa 15,13-14.30; 16,5-13a
Mc 5,1-20"
Evangelio:
Llegaron a la otra orilla del lago, a la tierra de Gerasa. En cuanto Jesús bajó de la barca se le acercó un hombre que tenía un espíritu impuro. Este hombre había salido de entre las tumbas, porque vivía en ellas. Nadie podía sujetarlo ni siquiera con cadenas. Pues aunque muchas veces lo habían atado de pies y manos con cadenas, siempre las había hecho pedazos, sin que nadie le pudiera dominar. Andaba de día y de noche entre las tumbas y por los cerros, gritando y golpeándose con piedras.
Pero cuando vio de lejos a Jesús, echó a correr y, poniéndose de rodillas delante de él, le dijo a gritos: “¡No te metas conmigo, Jesús, Hijo del Dios altísimo! ¡Te ruego, por Dios, que no me atormentes!”. Hablaba así porque Jesús le había dicho: “¡Espíritu impuro, deja a ese hombre!”. Jesús le preguntó: “¿Cómo te llamas?”. Él contestó: “Me llamo Legión, porque somos muchos”. Y rogaba mucho a Jesús que no enviara los espíritus fuera de aquella región. Y como cerca de allí, junto al monte, se hallaba paciendo una gran piara de cerdos, los espíritus le rogaron: “Mándanos a los cerdos y déjanos entrar en ellos”. Jesús les dio permiso, y los espíritus impuros salieron del hombre y entraron en los cerdos. Éstos, que eran unos dos mil, echaron a correr pendiente abajo hasta el lago, y se ahogaron. Los que cuidaban de los cerdos salieron huyendo, y contaron en el pueblo y por los campos lo sucedido. La gente acudió a ver lo que había pasado. Y cuando llegaron a donde estaba Jesús, vieron sentado, vestido y en su cabal juicio al endemoniado que había tenido la legión de espíritus. La gente estaba asustada, y los que habían visto lo sucedido con el endemoniado y con los cerdos, se lo contaron a los demás. Entonces comenzaron a rogar a Jesús que se fuera de aquellos lugares. Al volver Jesús a la barca, el hombre que había estado endemoniado le rogó que le dejara ir con él. Pero Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: “Vete a tu casa, con tus parientes, y cuéntales todo lo que te ha hecho el Señor y cómo ha tenido compasión de ti”. El hombre se fue y comenzó a contar por los pueblos de Decápolis lo que Jesús había hecho por él. Y todos se quedaban admirados.
Palabras del Señor🙏🏼
Comentario:
Una vez más, se nos muestra a una persona dominada por el mal. Pero ahora nos presenta un caso extremo, porque este ser humano está profundamente deteriorado, destruido, devaluado. El hecho de vivir en medio de los sepulcros hace pensar que era como un muerto en vida. Las cadenas que lo ataban reflejaban la pérdida de su libertad y su aislamiento. Se golpeaba a sí mismo con piedras, mostrando el odio a sí mismo. El dolor de su interior se expresaba en sus tremendos gritos. Pero gracias a su encuentro con Jesús al final, vemos cómo recupera la paz y la dignidad. Aunque nosotros no estemos tan deteriorados, también llevamos en nuestro interior heridas que le necesitan. Su amistad nos lleva a reconocer cuánto valemos ante sus ojos.
Oración🙏🏼
Señor Jesús, te ruego que rompas las cadenas que me esclavizan...Amén..
Feliz lunes

No hay comentarios:

Publicar un comentario