Predicar y predicar era la tarea de Jesús, su misión principal de hacer conocer la buena noticia del reino a todos, así también, en su recorrido por pueblos y ciudades, se encuentra con la situación de necesidad de sanación física de muchas personas y con gran amor y misericordia los sana, ademas expulsa los demonios que los atormenta. Su fama se acrecienta cada vez más. Que noble y gran tarea emprendida por el Señor, la de enseñar el camino correcto y hacernos conocer el verdadero sentído del amor.
Tambien nosotros, de alguna manera, somos llamados a dar testimonio de ese amor que dia a dia se manifiesta de diferentes maneras en nuestra vida, personalmente, con la familia, en el trabajo, con nuestras amistades y en toda situación de nuestro trajinar diario. Ojala todos podamos sentir y palpitar este amor, abriendo generoso el corazón y dejarnos llevar como rios de agua vida por la misericordia y la gracia del Señor. Con Dios todo, sin Dios nada. ¡¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era desde un principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos!!
Felíz y bendecido día.
Del Evangelio. Marcos 1, 29-39
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