En un mundo cada vez mas convulsionado, mas exigente, donde las tentaciones del mal llegan de mil maneras y clases, con la pretensión de separarnos del camino de Dios, es importante estar preparados y prevenidos, no descuidando por sobre todo la oración, el diálogo permanente con Dios, utilizando también todos los medios que la Iglesia nos ofrece.
Así como las mujeres previsoras debemos tener siempre las lámparas encendidas y con oleos de reserva suficientes, para no ser sorprendidos, inactivos y sin fe con la llegada de Dios. Que esta marea de corrupciones, maldades, envidias, no apaguen nuestras ganas de servir a Dios, al contrario, seamos luz ante tanta oscuridad. Dios nos aumente la fe y nos de fortaleza para no caer y abandonar el camino que nos lleva a su corazón amado.
Feliz y bendecido dia.
Del Evangelio. Mateo 25, 1-13.
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