La venida del hijo de Dios al mundo tuvo una misión noble,...(Juan 3, 13-17)

La venida del hijo de Dios al mundo tuvo una misión noble, grande, difícil, y delicado. Predicó una nueva forma de vida, dio a conocer al mundo la verdad de Dios, su Padre, se enfrentó con la verdad a los poderosos, enseñó a todos el sentido real del verdadero amor, curó a muchos de su enfermedad, sufrió todo tipo de maltratos y desprecios sin haber hecho un mal a nadie y clavado en una cruz de madera,

entregó su vida por amor a la humanidad, compartió siendo uno mas entre los hombres, naciendo de una mujer, María, vivió al lado de gente humilde, se hizo amigo de pastores y pescadores y amó tanto a todos, más de lo que se pueda imaginar dando hasta su propia vida por salvarnos. Cristo no vino a condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él. El que cree en Él tendrá vida eterna. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. 

Feliz y bendecido día. Del Evangelio. 

Juan 3, 13-17.