martes, 5 de septiembre de 2017

La expulsión de un demonio a un hombre en la sinagoga...(Lucas 4, 31-37)

La expulsión de un demonio a un hombre en la sinagoga, dejó murmurando a la gente sobre el poder de Jesús. Ciertamente, en todo tiempo, el mal busca apoderarse del hombre para torcer sus caminos y separarlo de Dios, pero, no consigue con los que tienen fe y llevan en cuenta la oración y el permanente encuentro con Dios, porque esa es su mayor fortaleza y coraza de protección. Por eso no debemos descuidar la vida de oración, la permanente búsqueda de Dios,
acudiendo a Él en todo momento y circunstancia, cuidando los pasos que damos para no caer, porque el camino del mal, también se reviste de buenas obras y solo Dios puede indicarnos a no continuar en él. Que el Señor fortalezca nuestra fe, nos de la indicación precisa de seguir siempre por el camino correcto y no ser presa del mal que siempre busca nuestra destrucción. 

Feliz y bendecido día. 

Del Evangelio. Lucas 4, 31-37

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