sábado, 3 de marzo de 2018

Dios da libertad al hombre y no interviene en su decisión,...

Dios da libertad al hombre y no interviene en su decisión, por más que vea de que ha elegido un camino equivocado. El hijo prodigo pide parte de sus bienes al padre y el padre no le niega, le da y va éste hijo a vivir la aventura del placer que le ofrece el mundo, con la creencia de que los bienes y las riquezas le darán sustento, alegría y felicidad. Al separarse del hogar y de la protección del padre que lo ama; toma un rumbo desconocido para disfrutar de la vida, pero en un tiempo mas, malgasta todo lo que tiene y se queda sin nada, con hambre y sin Dios. ¿Cuanto tardamos en reconocer que sin Dios no somos nada?.
El mal nos tiende una trampa, (el mundo con sus brillos), y a veces a ella nos lanzamos dejando de lado lo mejor que tenemos, a Dios, buscando la felicidad por caminos espinosos y peligrosos. Solo en Dios está la alegria, el amor y la verdadera felicidad. Separándonos de Él nos espera el fracaso y la desdicha, pero su amor es mas grande que todo y lleno de misericordia; siempre espera nuestro regreso y así como al hijo pródigo, nos perdona y devuelve lo que hemos perdido, nuestra alianza con Él, el pan de cada día y la dignidad de sentirnos nuevamente sus hijos amados. Ésta es la lección de vida que jamas debemos olvidar. Feliz y bendecido día. 

Del Evangelio. 

Lucas 15, 1-3. 11-32.

No hay comentarios:

Publicar un comentario