martes, 13 de marzo de 2018

No tengo a nadie", fueron las palabras del hombre paralítico...Juan 5, 1-16.

No tengo a nadie", fueron las palabras del hombre paralítico a Jesús. A veces el egoísmo nos hace olvidar que no estamos aislados en la vida, que a nuestro alrededor existen personas, hermanos que precisan de ayuda, que necesitan de nuestra mano amiga, pero Propositálmente no los vemos, no existen, porque el egoísmo nos cegó. El tiempo de nuestro día a día lo dedicamos mas a nosotros, mas en producir, mas en ganar, gastar, ahorrar y disfrutar de lo que tenemos. El paralítico esperó casi 40 años para que alguien se apiade de él y lo ayude a meterse a la piscina para ser sanado y fue Jesús el que le dio la sanación esperada.
Señor ayudanos a ser solidarios con el que sufre, con el que llora y clama una ayuda. Que jamas cerremos los ojos a la necesidad del hermano, porque en cada pobre, enfermo, hambriento, y con frío estas tú, Señor. 

Feliz y bendecido día. 

Del Evangelio. Juan 5, 1-16.

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