sábado, 17 de marzo de 2018

Evangelio del día Sábado, 17 de Marzo del 2018

Jr 11,18-20
Jn 7,40-53
Evangelio:
Entre la gente se encontraban algunos que al oír a Jesús hablar dijeron: “Seguro que este hombre es el profeta”. Otros decían: “Éste es el Mesías”. Pero otros decían: “No, porque el Mesías no puede venir de Galilea. La Escritura dice que el Mesías ha de ser descendiente del rey David y que procederá de Belén, del mismo pueblo de David”. Así que la gente se dividió por causa de Jesús. Algunos querían apresarle, pero nadie llegó a ponerle las manos encima. Los guardias del templo volvieron a donde estaban los fariseos y los jefes de los sacerdotes, que les preguntaron: “¿Por qué no lo habéis traído?”. Contestaron los guardias: “¡Nadie ha hablado nunca como él!”.
Los fariseos les dijeron entonces: “¿También vosotros os habéis dejado engañar? ¿Acaso ha creído en él alguno de nuestros jefes o de los fariseos? Pero esta gente que no conoce la ley está maldita”. Nicodemo, el fariseo que en una ocasión había ido a ver a Jesús, les dijo: “Según nuestra ley, no podemos condenar a un hombre sin antes haberle oído para saber lo que ha hecho”. Le contestaron: “¿También tú eres galileo? Estudia las Escrituras y verás que ningún profeta ha venido de Galilea”. Y cada uno se fue a su casa.

Palabras del Señor

Comentario:

Galilea era una tierra despreciada por los creyentes de Judea. A quienes eran de allí los consideraban de segunda clase, impuros. Jesús venía de Galilea. Esto también nos muestra cómo Dios se identifica con los despreciados. Por otra parte, este texto muestra cómo la gente sencilla amaba y escuchaba a Jesús. Hasta los guardias se quedaron absortos escuchándole y no se atrevieron a tomarlo preso. Quienes rechazaban a Jesús eran los que amaban su propio poder y sus seguridades mundanas: sumos sacerdotes y fariseos. Esto nos invita a valorar la fe del pueblo sencillo, que está aferrado a pocas cosas de este mundo y por eso puede abrir el corazón espontáneamente a Dios. (Mi papito lindo (Q.E.P.D.) fue una persona que apenas sabía leer y escribir, pero hasta ahora no he encontrado una sola persona con más fe que Él, pues, su confianza en Dios, era total y absoluta). A veces perdemos esa sencillez llena de confianza y nos escuchamos demasiado a nosotros mismos.
Les deseo un sábado fantástico

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