jueves, 8 de marzo de 2018

Evangelio del día Jueves, 08 de Marzo de 2018...Jesús estaba expulsando un demonio que había dejado mudo a un hombre...

Jr 7,23-28
Lc 11,14-23
Evangelio:
"Jesús estaba expulsando un demonio que había dejado mudo a un hombre. Cuando el demonio salió, el mudo comenzó a hablar. La gente se quedó asombrada, aunque algunos dijeron: “Beelzebú, el jefe de los demonios, es quien ha dado a este hombre poder para expulsarlos”. Otros, para tenderle una trampa, le pidieron una señal milagrosa del cielo. Pero él, que sabía lo que estaban pensando, les dijo: “Todo país dividido en bandos enemigos se destruye a sí mismo, y sus casas se derrumban una tras otra. Así también, si Satanás se divide contra sí mismo, ¿cómo mantendrá su poder? Digo esto porque afirmáis que yo expulso a los demonios por el poder de Beelzebú.
Pues si yo expulso a los demonios por el poder de Beelzebú, ¿quién da a vuestros seguidores el poder para expulsarlos? Por eso, ellos mismos demuestran que estáis equivocados. Pero si yo expulso a los demonios por el poder de Dios, es que el reino de Dios ya ha llegado a vosotros. Cuando un hombre fuerte y bien armado cuida de su casa, lo que guarda en ella está seguro. Pero si otro más fuerte que él llega y le vence, le quita las armas en las que confiaba y reparte sus bienes como botín. El que no está conmigo está contra mí; y el que conmigo no recoge, desparrama”."

Palabras del Señor

Comentario:

Los “demonios” aquí simbolizan todo tipo de males que afectan interiormente a una persona, y que no se pueden controlar. Algunos estaban molestos porque Jesús liberaba a la gente de sus males. Decían que expulsaba los demonios con un poder demoníaco. Jesús respondía que sólo se puede liberar a un ser humano con el poder de Dios. Pero a esos que se creían limpios, les advertía que a veces uno descuida su propia casa y termina vencido por el poder del mal. Jesús nos invita a invocar el poder de Dios para preservarnos de los males que pueden dominarnos: el rencor, la tristeza, el temor, la envidia, el egoísmo. Al mismo tiempo nos llama a la vigilancia. Si nos mantenemos atentos y dejamos que el Señor nos fortalezca con su poder, nuestra casa está segura. 
Oración
Señor, te invito a que vengas a expulsar de mi corazón, toda clase de males que me impiden disfrutar de tu Presencia...Amén

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