El rechazo a los judíos que se dirigían a Jerusalén, tuvo una reacción revolucionaria de parte de los discípulos de Jesús, Santiago y Juan, ¿Señor quieres que mandemos fuego para consumirlos?, pero Jesús los reprendió. Ciertamente, esperaron la misma reacción del Señor, pero Él, acostumbrado a estas situaciones, actuó acorde a lo que le exigía la misión que su Padre Dios le encomendara, pues, no vino a condenar ni a perder hombres, sino a salvarlos.
En ocasiones también nosotros actuamos mal y con un toque de maldad cuando sentimos algún rechazo de la gente, pero Jesús, con este Evangelio nos enseña e invita, a no actuar con hipocresía, sino a tolerarnos, considerando a todos como hermanos.
Feliz y bendecido día.
Del Evangelio. Lucas 9, 51-56.
No hay comentarios:
Publicar un comentario